El Gobierno cree que la Justicia «no queda dañada» tras la decisión de Alemania sobre Puigdemont
El Ejecutivo muestra su contrariedad: «Todos queríamos ver si podíamos llevar a término este conflicto de intereses»
El Gobierno de España considera que la decisión del tribunal de Schleswig-Holstein sobre la no extradición de Carles Puigdemont por rebelión y la respuesta del juez Llarena de no aceptar juzgarlo solo por malversación es una mera «conversación entre dos instancias» y que en este proceso «la Justicia española no queda dañada».
La ministra portavoz ha señalado este caso como unas «discrepancias» entre el Tribunal Supremo y un tribunal alemán. En rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Isabel Celaá , ha dicho que el Gobierno «no entra» a valorar ni las decisiones del tribunal alemán ni las del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena , que ha enmarcado en las «conversaciones» que se producen en virtud de las posibilidades que otorga la euroorden.
Celaá ha defendido que la Justicia española «no queda dañada» limitando lo sucedido a «discrepancias entre dos ámbitos judiciales». La portavoz del Gobierno ha rechazado que se vaya a dar instrucciones a la Fiscalía General del Estado, subrayando que es «independiente, tiene sus propios cauces con los tribunales y este Gobierno no da instrucciones al Ministerio Fiscal». Ha insistido en que este Gobierno «no da instrucciones a la Fiscalía» .
Cuando se conoció que el tribunal alemán si aceptaba la extradición por malversación Pedro Sánchez mostró su satisfacción porque pudiera ser juzgado en España. Hoy se le ha preguntado a la portavoz si la decisión de Llarena de no aceptar la extradición en esos términos ha contrariado al Gobierno. Celaá ha expresado su «respeto profundo» por la separación de poderes, pero sí ha dejado entrever cierta contrariedad: «Todos compartíamos un sentimiento de ver si podíamos llevar a término este conflicto de intereses, nada más».
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