García-Page: «Al margen de Iglesias, es el PSOE el que debe llevar la iniciativa con límites claros»

Uno de los barones más críticos con la pretensión de pactar con Podemos mientras defienda un referéndum en Cataluña cree que el PSOE «no debe coger el Gobierno a cualquier precio»

MAYTE ALCARAZ

Cuando se hace esta entrevista faltan 216 horas para que el Comité Federal del PSOE dé o niegue carta blanca a su secretario general, Pedro Sánchez, para convertirse en el tercer presidente socialista de la democracia con el apoyo de fuerzas que discuten a España. El fin de semana no deja de destilar noticias: el Rey ha recibido a los líderes con representación parlamentaria; Mariano Rajoy ha retirado por el momento su candidatura ; y Pablo Iglesias exige ser vicepresidente del Gobierno que quiere formar Pedro Sánchez. Y todo ello, con unos observadores preferentes: los barones socialistas, ojo avizor de cada movimiento que hace Ferraz. ABC se sienta a escuchar a uno de ellos, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (Toledo, 1968), uno de los más críticos con la sola idea de formar un gobierno socialista «a cualquier precio». El tiempo corre deprisa para el PSOE, tras la decisión de Mariano Rajoy de declinar la primera investidura.

–¿Qué supone la retirada del candidato del PP para ustedes, los socialistas, y para Pedro Sánchez?

Supone dos cosas: la renuncia de Rajoy al liderazgo de la derecha en España y abre una auténtica revolución dentro del PP.

–Pero esa decisión pone en primera línea a su secretario general, que va a intentar formar Gobierno, con la exigencia de Pablo Iglesias sobre la mesa de entrar en su gobierno con una vicepresidencia y varias carteras. ¿Usted la aceptaría?

–Antes de hablar de sillones hay que hablar de programas y de ideas. No me importan el número de sillones, sino el número de ideas que sustenten ese hipotético acuerdo.

–¿Ese órdago es asumible para un partido de gobierno como el PSOE?

–Independientemente de lo que pida Iglesias, es el PSOE el que debe llevar la iniciativa y su propuesta con límites muy claros.

–En sus manos hubiera estado que el partido más votado, el PP, hubiera podido conformar un Gobierno con una amplia base social....

–Pero el consenso que piden los ciudadanos no es que PP y PSOE se mezclen, se confundan. Eso lo único que haría es alimentar a ese 50% de españoles que piensan que todos los políticos somos iguales. Y además, beneficiaría a Podemos y a Ciudadanos.

–Pero si en Alemania u Holanda hubieran pensado lo mismo, hoy no tendrían un gobierno de coalición entre sus dos grandes fuerzas políticas...

–Es que son países que casi impiden mayorías absolutas, que no es el caso de España. Aquí, al contrario, la ley electoral y la Constitución han permitido mayorías importantes.

–No conseguidas esas mayorías, ¿por qué mantiene que es impensable el apoyo del segundo al primer partido cuando comparten los valores constitucionales que quiere eliminar Podemos, su hipotético socio?

–Porque sería un fraude. Si hay dos partidos que representan dos vocaciones distintas son el PSOE y el PP. Nuestro partido no tiene ningún problema en fraguar acuerdos constitucionales con el PP; pero una cosa es esa y otra la formación de Gobierno. El Gobierno tiene que ser la representación mayoritaria de lo que ha salido en las urnas y creo que los ciudadanos que han votado al PP no lo han hecho pensando en que hubiera un Gobierno PP-PSOE. Y viceversa.

–El Rey volverá a abrir un periodo de consultas la próxima semana. ¿Defiende que sea Pedro Sánchez, con los votos de Podemos y su referéndum de autodeterminación, el que lo intente?

–Es que no hay referéndum que valga. La única alternativa posible al referéndum de autodeterminación es simple y llanamente que hablemos todos los españoles al mismo tiempo. Porque si una parte de España se arroga el derecho a decidir por su cuenta, aunque sea para quedarse en España, ya es independiente. Ya ha ejercido la soberanía que es de todos los españoles. Y eso es así de claro, y no hay placebos para abordar este asunto. Si Podemos me hubiera puesto como condición discutir la unidad de España, yo no sería presidente. Los cimientos constitucionales no son tocables.

–Dice la vieja guardia que los barones no van a dar la batalla para impedirlo...

–Mire, en el PSOE somos conscientes de que antes de que se rompa España se rompería el PSOE. La inmensa mayoría tiene claro el sentimiento español, pero en una España plural, no monolítica. Le diré una cosa: estoy convencido de que Podemos no va a echar por tierra sus prioridades sociales por el rechazo del PSOE al referéndum de autodeterminación. Entre otras cosas, porque el PSOE no tiene una posición inmovilista como la del PP.

–¿Usted se siente más cerca de Pablo Iglesias que de Mariano Rajoy?

–Depende de qué cosas hablemos.

–De lo importante: de las reglas de juego democráticas, de España...

–Yo me siento identificado con los principios que defiende el PSOE, que en algunas cosas puede compartir con el PP como el proyecto de España, y en la forma de entender la metodología política. Y hay cosas que sí comparto con Iglesias, como las preocupaciones sociales. Por eso el PSOE es la síntesis, el único que está en mejores condiciones para hacer un cóctel.

–¿Ustedes quieren gobernar porque si se repiten las elecciones se arriesgan a ser el tercer partido, tras Podemos?

–Sé que ese es el análisis a priori, pero la gente podría premiar al partido que pueda llegar a consensos y castigar a los que se han negado a ellos.

–Si Pedro Sánchez no es investido, ¿Susana Díaz y ustedes le pedirán que se vaya?

–No es lo más importante la situación interna del PSOE. Sánchez bastante tiene con intentar gobernar. Es más importante pensar en el día después que en el de investidura.

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