Fulgencio Coll: «Si Actúa-Vox fuera de extrema derecha no formaría parte de este proyecto»
El exjefe de Estado Mayor del Ejército aspira a arrebatar el poder al tripartito que conforman en el Consistorio palmesano PSOE, MÉS y Podemos
El general retirado Fulgencio Coll (Palma, 1948), antiguo jefe de Estado Mayor del Ejército, será el candidato de la coalición Actúa-Vox a la Alcaldía de Palma en los comicios municipales y autonómicos de mayo del próximo año. El «fichaje» de este reconocido y prestigioso militar fue anunciado el jueves por Jorge Campos, presidente del partido Actúa Baleares, heredero de la entidad cívica constitucionalista Círculo Balear, que también impulsó Campos.
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Actúa y Vox decidieron unir sus fuerzas en junio, en un proyecto común que tiene entre sus principales objetivos contribuir a un profundo cambio político en las principales instituciones de Baleares , donde ahora gobiernan tripartitos conformados por el PSOE, la formación ecosoberanista MÉS y Podemos. Así ocurre también hoy en el consistorio palmesano. La incorporación de Fulgencio Coll al proyecto de Actúa-Vox puede contribuir a hacer realidad ese cambio, para el que sería necesario el entendimiento con el PP y Ciudadanos.
—¿Por qué decidió presentarse por Actúa-Vox?
—Mire, España está pasando por una situación que no es buena y por eso decidí dar un paso al frente, en defensa de la Constitución , la democracia y la libertad. A mi juicio, en estos últimos años ha habido y hay otros partidos, muy respetables, que no han hecho la labor de defensa de la identidad balear y española que era necesaria.
—Ya sabe que hay quienes acusan a su partido de ser de extrema derecha...
—No somos un partido de extrema derecha. Eso es falso. De hecho, si Actúa-Vox fuera de extrema derecha, yo no hubiera dado el paso para aceptar ser su candidato para la Alcaldía de Palma . También se nos ha acusado de ser xenófobos o antieuropeos, pero eso también es mentira. Bastaría, por ejemplo, con mirar mi trayectoria profesional, con misiones en el extranjero como observador de Naciones Unidas. Desde algunos ámbitos se califica hoy como de extrema derecha todo lo que no es considerado como «progresista».
—¿Pactaría con el PP y Ciudadanos en Palma?
—Sin lugar a dudas. Los que pensamos en una mejor gestión de la ciudad, alejada de populismos y sectarismos, debemos colaborar.
—Ha anunciado que si resulta elegido alcalde, renunciará a su sueldo...
—Es cierto. Y no es un brindis al sol. Yo soy pensionista y soy muy consciente de la actual situación económica. Defiendo además la austeridad. En ese sentido, mi decisión de no cobrar un sueldo sigue el modelo de lo que hacen los voluntarios de manera desinteresada en tantas organizaciones altruistas.
—¿Cuál es su proyecto para Palma?
—Lo primero que haría como alcalde sería trabajar lejos de populismos y de sectarismos . Quiero dar seguridad jurídica, pisar la calle, saber qué piensan los ciudadanos.
—¿Qué medidas concretas tomaría?
—Entre las medidas previstas estarían la reducción de los cargos públicos, la rebaja de impuestos, las ayudas a personas mayores, las mejoras en los servicios de limpieza y de mantenimiento o acabar con la venta ambulante.
—Habrá visto ya algunas críticas definiéndole como un «militar de Zapatero»...
—Mire, todos los militares somos siempre leales a nuestros mandos, gobierne quien gobierne, por tanto no es correcto decir que yo fui un «militar de Zapatero». De hecho, tengo amigos en el PP, en el PSOE y en otros partidos. En cuanto a mí, diría que he sido un militar al servicio de España y de los españoles.
—¿Qué le pareció que en 2015 el general Julio Rodríguez se incorporase a Podemos?
—Mi relación con él fue de carácter profesional, cuando el general Julio Rodríguez era el jefe del Estado Mayor de la Defensa. En el momento en que anunció su incorporación a Podemos, tomó una decisión que respeto, pero no he vuelto a tener contacto con él desde entonces.
—Pensando en clave nacional, ¿qué piensa que debería cambiar hoy en España?
— Sería necesario que el Estado recuperase las competencias en sanidad y en educación . En Baleares, por ejemplo, se tendría que cambiar el actual modelo lingüístico, centrado en el catalán. En ese sentido, debería modificarse la Ley de Normalización Lingüística, aprobada en 1986 por el PP.
—¿Qué opina de la Ley de Memoria Histórica?
—Creo que se tendría que cambiar esta ley, pues ha hecho un relato histórico falso de las últimas décadas. Considero que sería necesario contar con un relato objetivo de lo ocurrido en España entre 1931 y 1978.
—Su abuelo fue alcalde de Palma, entre 1945 y 1952...
—Sí, y además fue un magnífico alcalde. Personalmente le recuerdo con cariño y admiración.