Freixenet dispara de nuevo al independentismo catalán
El equipo de rítmica, que grabó «#elhimnoNOsepita», ha sido el escogido para protagonizar el anuncio más esperado de Navidad
Desde que en 1977 Liza Minnelli fuera la primera estrella mediática en interpretar el anuncio de Freixenet, la marca de cava catalán ha logrado calar en la pequeña pantalla de los hogares españoles con el brindis más esperado de la Navidad. Un legado de más de 35 años por donde han desfilado un reguero de personalidades, cuyo enésimo capítulo tendrá como protagonistas a las integrantes del equipo nacional de gimnasia rítmica.
Así lo anunció ayer en rueda de prensa el director de Comunicación de la compañía, Pere Bonet: «En los últimos años nos hemos sentido muy cómodos con los testimoniales colectivos, de gente que tiene unos valores que nos representan muy bien, como son el trabajo, el talento, el éxito y el afán de logros». Un abanico de elogios —acorde al boyante historial de éxitos deportivos— que a buen seguro comparte toda la sociedad española, con una sola excepción: el independentismo catalán.
El origen de la controversia se sitúa en el contexto de la pitada al himno nacional que se produjo en los momentos previos al inicio de la pasada final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic. Tras el polémico episodio, las excampeonas del mundo (Sandra Aguilar Navarro, Elena López Benaches, Lourdes Mohedano Sánchez de la Mora, Artemi Gavezou y Alejandra Quereda Flores) compartieron en las redes sociales un vídeo titulado «#elhimnoNOsepita».
En la grabación se suceden las cinco deportistas presentándose a sí mismas, hasta que al final dicen al unísono «el himno no se pita». Con esta elección, Freixenet vuelve así a lanzar un dardo a la deriva secesionista que encabeza Artur Mas.
Ya el spot anterior, en el que David Bisbal y María Valverde exclaman el lema «por los próximos 100 años juntos», levantó una gran polvareda en el seno de las filas nacionalistas. Entonces, la diputada de CiU en el Parlamento de Cataluña, Elena Ribera, aseguró que la marca perdería con el anuncio dos millones de consumidores catalanes. El presidente de Freixenet, Josep Luis Bonet, llegó a admitir incluso el intento de boicot a sus productos: «Sí, hay boicot, pero ¿por qué? A mí hay gente que me dice que lo hará, pero la incidencia creo que es pequeña».
Meses después de aquello, su director de Comunicación reconocía ayer que el incremento de ventas se está registrando tanto en Cataluña como en el resto del mercado español: «Yo hace tiempo que toco madera, pero me da la impresión que llevamos mucho tiempo hablando de todo y que la gente ha ido madurando en todos los sentidos». En palabras de Pere Bonet, el «famoso boicot» fue «una vacuna» cuyos efectos son ahora imperceptibles desde el punto de vista de la facturación.
«Todos juntos»
El pasado viernes, Josep Luis Bonet, con motivo del XXI Premio a la Tolerancia — que entrega la Asociación por la Tolerancia y que recayó en su persona—, dejó claro que no contempla «ningún episodio de secesión en Cataluña», aunque se mostró abierto al «diálogo» como forma de «reconciliación».
En su discurso Bonet destacó la solidez del Estado de Derecho español, al tiempo que recordó el «salto espectacular» que ha registrado España desde la Transición, así como su principal motivo: «Ha sido posible porque hemos ido todos juntos».