El forense Etxeberria analizará una manta y un vestido del doble crimen de Almonte
Se quieren buscar células epiteliales del posible autor de un caso que el fiscal califica de «maldito»
Las víctimas no tienen descanso pero tampoco se rinden. El 27 de abril de 2013 Miguel Ángel Domínguez y su hija María, de ocho años , fueron salvajemente asesinados en su casa de Almonte (Huelva) de 151 puñaladas. Seis años después el doble crimen no tiene autor.
El único encausado, Francisco Javier Medina, en ese momento pareja de Marianela Olmedo, madre y exmujer de las víctimas, fue juzgado y absuelto. Un Jurado lo declaró no culpable y el Tribunal Supremo ratificó la absolución. El fiscal lo denomina «un caso maldito» . Pero ni Marianela ni Aníbal Domínguez, hermano de Miguel Ángel, han parado de luchar.
En enero la juez instructora, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de la Palma del Condado abrió una pieza separada y ordenó a la UCO que reabriera la investigación . Un nuevo equipo de tres personas intenta aportar más pruebas, convencidos como están de que el culpable fue Medina. La juez, por su parte, sigue pidiendo informes adicionales en busca de una salida, algún indicio que se pasara por alto.
El pasado 10 de octubre mandó un oficio al Instituto Nacional de Toxicología para que informara sobre la viabilidad de hacer un estudio de restos biológicos más exhaustivo respecto a dos prendas: el vestido que llevaba María y la manta que la cubría (piezas de convicción). Ambas fueron recogidas del escenario del crimen y ya se habían analizado.
En la manta se halló ADN de la niña y de su padre. Ahora se quieren buscar células epiteliales del posible autor. Igual que en el vestido ensangrentado (recibió 101 puñaladas), que fue analizado en 2013 en los laboratorios de Sevilla (también se hallaron perfiles genéticos de ambas víctimas) y en los de Madrid, al año siguiente.
Toxicología ha respondido a la juez pidiéndole que les suministre toda la información posible dado lo «costoso, laborioso y complejo» del análisis y le advierten en un escrito de que la sangre complica encontrar restos celulares y de que «un nuevo análisis probablemente no arrojaría resultados diferentes».
La juez pretende que se analicen ambas prendas de forma global y no por partes, como es habitual. Pero la familia de las víctimas ya tiene plan B. El prestigioso forense Francisco Etxeberria, autor de las autopsias de Lasa y Zabala y conocido por ser quien descubrió que los huesos hallados en una hoguera de Córdoba eran los de los hijos de José Bretón, el asesino, se ha comprometido a realizar él también esos análisis. Las víctimas no se rinden y siguen esperando Justicia.
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