Sánchez prometerá mañana a las once horas ante el Rey su cargo como presidente del Gobierno
Don Felipe ha firmado esta tarde el Real Decreto del nombramiento, que se publicará en el BOE
El Rey ha citado mañana, miércoles, a las once de la mañana a Pedro Sánchez para que prometa ante él su cargo de presidente del Gobierno. Don Felipe ha recibido en la tarde de este martes a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, quien le ha comunicado oficialmente el resultado de la votación de investidura en la que Sánchez ha recibido la confianza de la Cámara. Don Felipe ha firmado el Real Decreto del nombramiento de Sánchez como presidente del Gobierno, refrendado por la presidenta del Congreso. Este decreto se publicará mañana en el Boletín Oficial del Estado, de manera que Sánchez podrá prometer su cargo ante el Rey en el Palacio de La Zarzuela.
Posteriormente el nuevo jefe del Ejecutivo deberá elegir a sus ministros y comunicar sus nombres al Rey, lo que previsiblemente ocurrirá la próxima semana. Don Felipe firmará los Reales Decretos con los nombramientos y, una vez se publiquen en el BOE, los ministros deberán jurar o prometer sus cargos ante el Rey.
Segunda promesa de Sánchez
Esta será la segunda vez que Sánchez prometa su cargo de presidente del Gobierno ante el Rey. La primera vez fue el 2 de junio de 2018 tras ganar una moción de censura. En aquella ocasión, Sánchez prometió «lealtad al Rey y guardar y hacer guardar a la Constitución» y se convirtió en el primer alto cargo que prescindió de los símbolos religiosos .
Sánchez asumió entonces su cargo ante el Rey como séptimo presidente de la democracia. A la ceremonia, celebrada en el Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela, asistieron las altas autoridades del Estado y el ministro de Justicia en funciones, que era Rafael Catalá, en calidad de notario mayor del Reino. También asistió Mariano Rajoy, a cuya primera asunción del cargo acudió su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero. Igualmente José María Aznar asistió a la de su sucesor.
Al principio del reinado, Don Felipe introdujo la libertad de elegir si se jura o promete en presencia de los símbolos religiosos (la Biblia y la Cruz) o solo ante un ejemplar de la Constitución, que es obligatoria en todos los casos. Hasta aquel momento, todos los altos cargos, incluso los que eligieron la fórmula de la promesa sobre la del juramento, habían optado por mantener los símbolos religiosos.