Las fiestas del Orgullo se convierten en la válvula de escape de miles de jóvenes en pandemia

Había ganas de fiesta entre los más jóvenes y el Orgullo se ha convertido en la ocasión perfecta para dar rienda suelta a toda esa energía contenida desde los meses del confinamiento. Miles de personas celebraron en la noche de este sábado un Orgullo atípico, pero con el mismo sabor a reivindicación de todos los años. Pocas mascarillas y distancia física entre los asistentes. Los botellones en las plazas y en las calles fueron la tónica durante gran parte de la madrugada. En la Plaza de Pedro Zerolo, la Policía tuvo que intervenir en torno a la 1.15 horas por la aglomeración de gente. Los participantes en los festejos reconocían en el momento que quizá no era muy responsable estar de celebración cuando la pandemia todavía sigue presente, pero argumentaban también que hace falta respirar de vez en cuando. -Redacción-