Fernando Simón, sobre el 8-M: «Si mi hijo me pregunta si puede ir le diré que haga lo que quiera»

El pasado 7 de marzo eran muchos los interrogantes y las dudas que existían en torno al coronavirus. La incertidumbre era tal que, mientras en otros países del entorno las medidas de contención ya se habían puesto en marcha, en España se mantuvieron todos los eventos públicos masivos que estaban previstos durante ese fin de semana.

Actos políticos, partidos de fútbol y las manifestaciones del 8-M se mantuvieron en agenda, a pesar de que tan solo una semana después el Gobierno decretó el estado de alarma. El propio Fernando Simón , quien según un atestado de la Guardia Civil podría haber ocultado información sobre la concentración en Madrid, respondió a las preguntas de la prensa al ser cuestionado por este tema un día antes de la celebración de las manifestaciones.

Simón señaló que él no recomendaba «a nadie nada» en lo relativo a las manifestaciones convocadas por todo el país, y fue más lejos. «Si mi hijo me pregunta si puede ir le diré que haga lo que quiera» , aseveró en la rueda de prensa, quitándole peso en un momento en el que el coronavirus estaba en plena expansión . Esos mismos días la maratón de Barcelona, prevista para el 15 de marzo, anunció que se posponía al mes de octubre.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias indicó que «es una convocatoria para nacionales en la que en principio participan nacionales pero no quiere decir que no haya extranjeros ni tampoco algunos de alguna zona de riesgo pero no es una afluencia masiva de personas de zonas de riesgo».

El Gobierno ha insistido en defender la convocatoria y en desvincular su celebración de posibles contagios masivos. A pesar de eso, la propia Irene Montero , tal y como ha publicado ABC esta semana, reconoció que la bajada de asistencia en la de Madrid, la más masiva, se debió al coronavirus.