Fernández Díaz y Martínez confrontarán hoy ante el juez sus versiones sobre Kitchen
El primero niega haber tenido conocimiento de la operación y el segundo dice que estaba al tanto y era legal
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y quien fue su secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, se verán las caras este viernes, literalmente, en una sala de declaraciones de la Audiencia Nacional donde el juez que instruye el caso Villarejo les ha citado para confrontar sus versiones antagónicas sobre la Operación Kitchen.
Ambos acuden como imputados por su participación en una presunta operación parapolicial desarrollada a partir de 2013 y sufragada con fondos reservados que buscaba sustraer al extesorero del PP Luis Bárcenas documentos y audios comprometedores para dirigentes del partido que pudiese conservar ocultos.
Y ambos declararon ya por este asunto, solo que mientras Martínez afirmó que existieron investigaciones policiales sobre Bárcenas, eran legales y su jefe, Fernández Díaz, estaba al tanto; él negó haber tenido nunca conocimiento de algo parecido. Es, así, una palabra contra la otra y por tanto, una cuestión de credibilidad la que se trata de dilucidar con el careo.
Se trata de una diligencia delicada busca esclarecer si alguno de los dos falta a la verdad y donde la clave está en los matices , es decir, no sólo en lo que uno declara sino también en cómo reacciona a la declaración del otro. En líneas generales, consiste en ir mostrando las afirmaciones discordantes de cada uno sobre el mismo tema y confrontar, así, la versión. Lo dirige el instructor, aunque al término pueden admitirse preguntas de las partes, si así se acuerda.
No obstante, en este caso hay en juego una prueba recabada en una entrada y registro en casa de Martínez y que podría incriminar a Fernández Díaz , quien niega su autenticidad. Se trata de una batería de SMS y whatsapp que el exsecretario de Seguridad había puesto a recaudo de dos notarios a fin de conservar su contenido.
Esos mensajes reflejarían el conocimiento que Fernández Díaz tenía de la operación, por poco que fuera, pero el exministro niega taxativamente que enviase, reenviase o recibiese ninguno de esos textos, que ni siquiera se ajustarían a su forma de redactar.
Cuando el pasado 29 de octubre prestó declaración, Anticorrupción solicitó que aportase su teléfono móvil, pero como se pudo comprobar sobre la marcha, en él no había rastro alguno de aquellos mensajes. El propio exministro había advertido ya de que había cambiado de terminal hasta tres veces desde 2013, la última, el pasado abril, cuando según explicó, se le averió el teléfono. El juez después le emplazó a aportar ese mismo móvil al juzgado.
Este viernes tendrán la oportunidad de discutir ese asunto así como se pondrá de manifiesto si alguno de los dos decide cambiar su relato o introducir matices que puedan dar un giro a la posición de ambos ante la causa. La declaración de Fernández Díaz sitúa a Martínez como el único cargo político responsable de aquella operación, mientras quien fue secretario de Estado sostuvo ante el juez que su jefe lo sabía. A sus contactos, meses antes, les había advertido de que no pensaba caer solo.