Feijóo frena a Abascal, que sí consigue entrar en el País Vasco

Una de cal y otra de arena para Vox en las elecciones celebradas ayer en Galicia y en el País Vasco. El fracaso en territorio gallego, al no conseguir entrar en el Parlamento, se ha compensado con el éxito obtenido en Álava , al irrumpir por primera vez en la Cámara vasca con un escaño para Amaya Martínez. Abascal ha sido profeta en su tierra y en su provincia, a pesar de los intentos de los proetarras de boicotear todos sus actos electorales, con una gran agresividad y violencia.

Esta hostilidad llevada al límite ha marcado toda la campaña electoral de Vox, que vivió su momento más grave cuando una piedra lanzada por un violento impactó de lleno en la diputada Rocío de Meer en un mitin en Sestao, que le provocó una herida en la ceja.

No ha habido acto electoral en el que haya participado Abascal o algunos de los dirigentes de Vox en el que no haya tenido que intervenir la Ertzaina para contener a los proetarras. De hecho, ni siquiera sus simpatizantes podían acercarse al lugar donde se celebraban, entre grandes medidas de seguridad .

Esta agresividad de los proetarras ha movilizado el voto de derecha y le ha dado a Vox su primer escaño en el Parlamento vasco. Un «éxito sin precedentes», según aseguró el coordinador de la campaña, Ignacio Garriga, en la primera valoración realizada y, seguidamente, el presidente Santiago Abascal, afirmó que las elecciones se han desarrollado «sin libertad y sin igualdad democrática. No han sido transparentes, ni pacíficas » y puso de relieve el «odio a Vox».

El objetivo de Vox en Galicia era poder conseguir un escaño por La Coruña y quizás alguno por Pontevedra e iniciar así su penetración en territorio gallego, que se le resiste, como hoy ha quedado reflejado en las urnas. Feijóo es un muro infranqueable para Abascal que ha intentado abrir una vía de agua atacando la política lingüística del presidente popular.

El presidente de la Xunta había vaticinado en reiteradas ocasiones que en su Comunidad Vox « no tiene cabida» y Abascal le ha venido recriminando que aplique «una legislación progre» en materia lingüística.

A pesar de este fracaso, el coordinador de Vox lanzó un mensaje de ánimo para sus simpatizantes en esta Comunidad, subrayando que «no se pierde la esperanza». Sin embargo, la realidad es que Abascal tiene un problema y su enfrentamiento personal con Feijóo se ha saldado siempre con el éxito del gallego.