Familiares de altos cargos, en primera línea en los disturbios
La Generalitat, contra su policía
Familiares de altos cargos de la Generalitat participaron, o al menos estuvieron presentes, en las algaradas callejeras de la pasada semana en Cataluña contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Alguno de ellos tenía incluso experiencia anterior en este tipo de acciones, según explicaron a ABC fuentes de la máxima solvencia. «¿Cómo se va a pedir a alguien que condene estos brutales ataques cuando sus propios allegados participan en los altercados?» , se preguntan las fuentes consultadas, que definen lo sucedido como un «infierno».
Al menos una de las personas presentes que estuvieron en las protestas —se omite la identidad al no haberse abierto un expediente administrativo sobre ella— había sido detectada en otros sucesos el otoño pasado en Barcelona, aunque no tan violentos. Incluso durante aquellas algaradas de entonces sufrió algún golpe durante la actuación policial sin mayores consecuencias.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra , reconoció públicamente que una de sus hijas forma parte de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR). Como se recordará, el jefe de gobierno catalán pidió a esos grupos que aumentarán la presión y ha evitado condenar la última ola de violencia de forma expresa. Es más; el pasado martes prefirió centrar su discurso en la denuncia sobre supuestos abusos cometidos por los agentes de la Policía catalana, sin una sola palabra de reconocimiento para ellos.
La cúpula de los Mossos está indignada con Torra, y también con el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent , por haber dejado solo al cuerpo policial en un momento tan excepcional. Fue una de las conclusiones a las que llegaron la treintena de mandos de los Mossos a los que el comisario jefe, Eduard Sallent, reunió el jueves, tras la oleada de disturbios, según explicaron a ABC fuentes presentes en el encuentro. Solo el consejero de Interior, Miquel Buch, salió indemne de las críticas y le agradecen que haya sido el único miembro del Govern que los defendió públicamente. Los Mossos coincidieron en que analizarán con detalle el operativo por si hubo casos de mala praxis, pero sin urgencia, sin prisas y «sin intentar contentar a nadie».
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