La familia política de Naiara se confabuló para torturarla

El hermano del padrastro de la niña, de 8 años, se enfrenta esta semana a prisión permanente revisable

Vídeo: Así argumentaba en 2017 la fiscal para pedir prisión permanente revisable por el asesinato de Naiara

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«De forma salvaje, despiadada e inmisericorde, el acusado Iván Pardo forzó a la niña Naiara a permanecer de rodillas sobre piedras de grava y utilizó técnicas de inmovilización, la ató de pies y manos con grilletes y con una cuerda, le puso un calcetín en la boca y con máximo celo y precisión se lo sujetó con un cinturón, impidiendo a la niña gritar, pedir auxilio o realizar acto alguno en su defensa y protección». La fiscal no tuvo dudas. El 8 de julio de 2017 tras escuchar las salvajadas que relató Iván Pardo, de 33 años, al ser detenido anunció que pediría la prisión permanente revisable para él. Esta semana reiterará esa petición ante el Jurado en la Audiencia de Huesca. Naiara Valentina Briones Benítez tenía 8 años el día que el hermano de su padrastro la torturó durante cinco largas horas. Murió en el hospital el 7 de julio con la cabeza destrozada a golpes, hemorragias y lesiones por todo el cuerpo. Las imágenes de la autopsia, que verá la Sala, son la muestra de una crueldad ilimitada.

La acusación particular, ejercida por Marcos García-Montes en nombre del padre biológico de la niña, Manuel Briones, también solicita la máxima pena. Junto al autor se sientan en el banquillo, Carlos Pardo, padrastro de la pequeña y Nieves Pena, madre de ambos. Se enfrentan a peticiones de pena que oscilan entre los tres años que solicita la Fiscalía y los 15 de la acusación particular por un delito contra la integridad física y moral. Las burlas a la niña eran continuas; le colocaban orejas de burro y la grababan y la hacían arrodillarse sobre grava u ortigas.

El «pecado» de Naiara fue que no le gustaba demasiado estudiar , aunque había aprobado 3º de Primaria en el colegio de Sabiñánigo al que asistía. Su padrastro, casado con su madre y con quien tiene otras dos hijas más pequeñas, la mandó a casa de su madre y su hermano para que la «educaran». Allí empezó el infierno de la niña el 24 de junio y acabó el 6 de julio.

Iván Pardo, su tío político, la tuvo toda la noche de rodillas sobre piedras. Tenía que copiar 20 folios, pero no lo hizo. A las 8.15 empezaron los golpes. En la casa estaba él, la niña y dos primas de 14 y 12 años, también sobrinas del agresor con las que convivía. La golpeó con los nudillos, con unas botas con puntera de acero y le provocó «descargas eléctricas por todo el cuerpo con una raqueta electrizada» manipulada para torturarla. La amordazó, le introdujo un calcetín en la boca, la ató con un cinturón y le golpeó la planta de los pies con la hebilla. La niña menor, la de 12 años, trató de impedirlo y también recibió una descarga eléctrica.

Dos horas inconsciente

Naiara, con la boca ensangrentada y el labio roto, logró soltarse lo que enfureció aún más a la bestia. Ordenó a su otra sobrina que le limpiara la boca con alcohol. Cuando esta le recriminó lo que hacía mandó a las menores al salón a ver la tele y él siguió cebándose con la criatura. Hasta que Naiara no pudo más: la levantó del suelo agarrada del pelo y la estrelló varias veces contra el suelo y contra una mesa.

Llena de quemaduras, hematomas, traumastismos y sufrimiento Naiara acabó inconsciente , pero aún la dejó en ese estado otras dos horas, el tiempo en el que ordenó a las niñas que limpiaran y recogieran los restos de esa orgía de golpes. Las crías debían decir que la niña se había caído por la escalera. A las 15.30 de la tarde llegó por fin una ambulancia y un helicóptero llevó a Zaragoza el cuerpecito roto de la niña. Murió a la mañana siguiente.

El individuo reconoció la mayoría de los hechos ante la juez. «Se quedó como inconsciente y me la llevé al baño para meterle la cabeza debajo del agua a ver si se le pasaba», admitió. Su defensa alega que estaba pasando por una mala época en el trabajo, de salud y con su pareja y que su estrés y preocupaciones habían aumentado al tener otra menor a su cargo. Pide para él un delito de lesiones dolosas y otro de homicidio imprudente.

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