Un falso Nobel de la Paz para publicitar el 1-O

La Generalitat anunció que Puigdemont y Ahmed Galai, «Nobel de la Paz», harían una declaración institucional a favor del referéndum, pero Galai no tenía tal galardón

Puigdemont y Ahmed Glai el pasado 4 de septiembre en el Palau de la Generalitat EFE
Ana I. Sánchez

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En la posverdad del independentismo catalán, como el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, definió ayer el relato secesionista -«decir una mentira mil veces para intentar convertirla en verdad»- todo tiene cabida. Una estrategia basada en la «mentira emotiva» que ya denunció en 2015 el poco sospechoso de derechista Josep Borrell, exministro socialista, en su libro «Las cuentas y los cuentos del independentismo». Pero la cercanía del 1 de octubre está llevando muy por delante el límite de lo obsceno.

El último ejemplo de esta posverdad, mentira emotiva o, por qué no decirlo, fraude dialéctico, tuvo lugar sin ningún tipo de pudor el pasado 2 de septiembre, cuando la Generalitat catalana envió una convocatoria oficial a los medios de comunicación para anunciar que dos días después, el 4 de septiembre, el presidente Carles Puigdemont, y «el Premio Nobel de la Paz, Ahmed Galai » realizarían una declaración institucional desde la sede del gobierno catalán.

El comunicado, con el emblema de la Generalitat, aseguraba que Galai «forma parte de la Liga Tunecina por los Derechos Humanos (LTDH), una de las cuatro entidades integrantes del Cuarteto de Diálogo por la Paz en Túnez, que en 2015 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz por su contribución decisiva en la construcción de una democracia plural en el país».

Pero todo era completamente mentira. Ni Galai recogió aquel Nobel de la Paz compartido en 2015 ni forma parte en este momento de aquella organización. El encargado de recoger el prestigioso galardón fue, obviamente, el presidente de la Liga Tunecina pero ni siquiera de manera nominal sino en representación de la misma, ya que se trataba de un Nobel colectivo.

Ahmed Galai ocupaba en 2015 simplemente una vicepresidencia y, para más inri, perdió ese cargo hace prácticamente un año, en octubre de 2016 con la llegada de un nuevo comité directivo.

¿Declaración comprada?

Aún así, dos días después, Puigdemont decidió disfrazar todo ello para compartir estrado con Galai en calidad de «Nobel de la Paz» para realizar una contundente declaración a favor del referéndum ilegal del próximo 1 de octubre y le invitó posteriormente a hablar ante las masas en la Diada. La Generalitat no ha querido desvelar a este periódico si, como sucede normalmente con los conferenciantes internacionales, Galai ha percibido una remuneración por realizar esa declaración conjunta con Puigdemont, informa Daniel Tercero.

Esta última posverdad de la Generalitat no la denuncian los políticos españoles sino la propia LTDH cuyo actual presidente Jamel Msallem deja claro a quien le pregunta que Galai no solo «no tiene las prerrogativas necesarias para representar» a la Liga Tunecina , sino que la posición que está defendiendo en cuanto a la amenaza del referéndum ilegal no es la que mantiene esta organización. Msallem recuerda que la misión y los objetivos de esta organización se circunscriben a «la defensa y difusión de los derechos humanos a nivel local» por lo que considera que no le corresponde posicionarse ante la amenaza de referéndum ilegal.

«La LTDH desea aclarar su adhesión al principio de no injerencia , queremos expresar nuestra neutralidad y nuestra abstinencia de participar a controversias de carácter político», remacha Msallem.

Un claro correctivo no solo para Galai sino para los políticos españoles de izquierda radical que, como el coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, aseguran que España no está cumpliendo los derechos humanos ante el conflicto catalán, al no permitir un referéndum ilegal. «La actuación del Gobierno es claramente antidemocrática, recurriendo a la represión y el autoritarismo en actuaciones que son propias de la dictadura franquista», ha aseverado el líder de IU. Pero al subrayar la LTDH que su cometido es defender los derechos humanos, y que no procede establecer una posición respecto a la amenaza secesionista -«política»- está negando que exista ese derecho a la autodeterminación que el independentismo inventa y la izquierda difunde. Una organización más que se une a destapar la gran mentira en la era de la posverdad independentista.

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