La extrema izquierda de los CDR trató de reventar el acto de Gerona
Cargas policiales contra los radicales, mientras no hubo incidentes en la marcha de Barcelona
Mientras en las calles de Barcelona unas dos mil personas conmemoraban el aniversario de la Constitución en un ambiente festivo y pacífico, en Gerona el ambiente era bien distinto. Radicales independentistas de extrema izquierda trataban de reventar un homenaje a la Carta Magna. Finalmente pudo celebrarse gracias a la intervención de los Mossos d’Esquadra.
El acto de Gerona lo había convocado el colectivo Borbonia, un movimiento contrario al independentismo y gemelo de la imaginaria Tabarnia que se reivindica en el área metropolitana barcelonesa. Los responsables policiales eran conscientes de lo que podía suceder. Por eso la plaza rebautizada por el gobierno municipal independentista como 1 de Octubre -antigua plaza de la Constitución- amaneció vallada y con una veintena de furgonetas de antidisturbios de los Mossos en sus aledaños.
El fuerte dispositivo policial no fue suficiente para disuadir el intento de boicot de los radicales. Varios centenares de personas, muchas de ellas encapuchadas, irrumpieron en la plaza para tratar de reventar el acto de Borbonia, en el que había representantes tanto del PP como de Ciudadanos. Los agitadores atacaron de forma organizada la doble valla y lanzaron piedras y objetos contra el cordón policial. Fue entonces cuando los Mossos acometieron su primera carga contra los manifestantes . Tras unos minutos de calma tensa, la presencia en el lugar del empresario Álvaro de Marichalar, que asistía al acto, volvió a alterar el ánimo de los radicales. El aristócrata hubo de ser escoltado mientras era perseguido por un grupúsculo, y entonces cargaron de nuevo los antidisturbios contra los manifestantes. La intervención acabó con un joven detenido y varios heridos : quince agentes -cuatro recibieron atención hospitalaria- y tres manifestantes. En Tarrasa (Barcelona) los Mossos también cargaron contra los radicales. La diputada de la CUP Maria Sirvent fue atendida por el impacto de un proyectil de los Mossos.
El secesionismo, dividido
Como es habitual, las cargas policiales volvieron a dividir al independentismo. ERC pidió investigar los incidentes y la CUP, por enésima vez, exigió la dimisión del consejero de Interior, Miquel Buch. Pero el director de los Mossos, Andreu Martínez, defendió en una rueda de prensa que las cargas habían sido «correctas y adecuadas» para garantizar el derecho a manifestarse de «cualquier ideología».
Mientras se sucedían los incidentes en Gerona -y por la tarde, también en Tarrasa-, en Barcelona la celebración del 6-D era una festiva balsa de aceite. Los Comités de Defensa de la República (CDR) no hicieron esta vez acto de presencia para boicotearla. Y así transcurrió sin incidencias la marcha organizada por la plataforma Espanya y Catalans y secundada por PP y Ciudadanos. Desfilaron tras el lema «Ayer, hoy y mañana. Por nuestros derechos y libertades. Constitución».
No eran muchos. Apenas 2.000 personas, según cálculos de este diario y de la Guardia Urbana. Pero se hicieron notar. Mientras ondeaban las banderas españolas -y alguna andaluza tras los últimos resultados- se entonaron vivas a España, al Rey y a la Constitución. Porque en Barcelona, reivindicaban los organizadores, la Carta Magna no solo hay que celebrarla sino, sobre todo, «defenderla».
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