El expresidente de Sociedad Civil Catalana pide al Estado que indulte a los presos del «procés»
Dice que tiene que ser «generoso» para iniciar una nueva etapa de convivencia en Cataluña
El expresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC) Josep Ramon Bosch ha pedido al Estado que sea «generoso» e indulte a los líderes independentistas presos, pues considera que el « procés» «ya ha muerto» y hay q ue iniciar una etapa de «convivencia» en Cataluña.
«Hay un dolor intenso en el independentismo y yo lo que quiero es convivir y pasar página al 'procés' cuanto antes. Entendemos que es una forma de magnanimidad que tiene que tener el Estado, por eso solicitamos que sea generoso», ha dicho Bosch en una entrevista con Efe.
Bosch fue uno de los fundadores de SCC, presidió la entidad contraria a la independencia en dos etapa s, la última en 2019, y ahora forma parte de la Lliga Democràtica, un partido catalanista no independentista.
Recientemente Bosch ha publicado el libro «Cataluña, la ruta falsa» (Ed. Deusto), en el que aborda «el problema catalán» desde la premisa de que hay que «solucionarlo y no conllevarlo».
El expresidente de SCC, que admite que cuando estuvo al frente de la entidad contribuyó «a judicializar la política», reivindica que hay que abrir una nueva etapa en Cataluña y que para ello es necesario cerrar algunas de las heridas abiertas durante los años de conflicto.
En este sentido, defiende la conveniencia de que el Estado indulte a los líderes independentistas presos y recuerda que la Lliga Democràtica ya anunció hace unos días que presentará una solicitud formal a este fin.
En su opinión, el indulto es una buena herramienta porque no conlleva la anulación de la sentencia condenatoria hacia quienes lo reciben, sino que se les perdona reconociendo que son culpables.
Pasar página
« La fuerza la tiene quien perdona y creo que el Estado ha ganado: los presos han sido condenados e inhabilitados (...) El Estado ya aplicó su fuerza y esa gente lleva tres años en prisión, que es mucho tiempo. Hay un sentimiento mayoritario entre los catalanes a favor de pasar página», expone.
Bosch admite que fuera de Cataluña «puede chocar» su postura, pero destaca que vive «al lado de la cárcel de Lledoners» y convive «día a día» con los independentistas que sienten "dolor" por la situación de los presos.
«Todo el mundo se pasó de frenada en octubre de 2017, tanto los independentistas como los constitucionalistas»
«Tenemos que poder convivir», resuelve el historiador, que lamenta que «todo el mundo se pasó de frenada» en los hechos de octubre de 2017, tanto desde el independentismo como desde el constitucionalismo.
Bosch, que aún no sabe qué papel jugará la Lliga en las próximas elecciones catalanas , sí que detalla su propuesta para encauzar el conflicto catalán.
Su receta: más inversiones del Estado en cuestiones como el Corredor Mediterráneo, una reforma fiscal que equilibre lo que aporta y recibe Cataluña, una ley de lenguas para evitar fricciones «sentimentales» y una mayor presencia del Estado en territorio catalán.
En este último punto, recupera la idea socialista de llevar el Senado a Barcelona y también propone que los grandes museos españoles, como el Prado, expongan algunas de sus muestras en la capital catalana. «No se puede querer lo que no se ve, y en estos momentos el Estado no tiene suficiente presencia en Cataluña», argumenta.
En síntesis, Bosch apuesta por crear un nuevo «relato» de España para los catalanes, alejado del «nacionalismo castellano » que encarna Vox y que «retroalimentar el nacionalismo catalán»
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