Una exdiputada de Herri Batasuna, entre los consejeros
Chivite concede a los nacionalistas las relaciones con los ayuntamientos
Una antigua militante y representante de Herri Batasuna se encargará de la cartera de Agricultura y Medio Ambiente en el Gobierno de María Chivite . La nacionalista Itziar Gómez ocupó un escaño en el Parlamento de Navarra en los años más duros del terrorismo etarra, entre los años 91 y 95. Sin embargo, el asesinato del concejal popular Gregorio Ordóñez le llevó, junto a una parte de los detractores de la actividad terrorista, a abandonar la formación proetarra e integrarse en el partido fundado por el histórico Patxi Zabaleta ante «la inutilidad de la lucha armada».
Estos representantes fundaron la formación Aralar, que llegó a adquirir cierto peso en el cambio de milenio. Sin embargo, una serie de problemas en unos cobros llevó a Itziar Gómez a ser expulsada de Aralar que, en vez de regresar a Batasuna, decidió moderarse para integrarse en Nafarroa Bai, que hoy en día se conoce como Geroa Bai. Esta posición le llevó a ser concejal en Pamplona la pasada legislatura. Ayer mismo abandonó su puesto en el consistorio para el que había vuelto a ser elegida y mañana mismo jurará su cargo ya en el Gobierno de María Chivite.
De esta forma, la socialista entrega a los nacionalistas las relaciones con el mundo rural y con los ayuntamientos . No en vano, el consejero de Desarrollo Estratégico y Territorial, fundamental en la reorganización de las entidades locales que se aprobó el año pasado, el nacionalista José Mari Ayerdi, tendrá la categoría de vicepresidente. Ayerdi, ha estado al frente del Ayuntamiento abertzale de Lecumberri durante más de 30 años y ya fue director general durante el pasado gobierno nacionalista.
De hecho, del pasado Ejecutivo de Uxue Barkos repiten dos consejeros: el que fuera vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, y la Consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo. A pesar de su tono moderado, Ollo no pudo evitar la pasada legislatura polémicas ya que bajo su mandato, y también en éste, se encuentra la discutida Dirección General de Paz y Convivencia. En muchas ocasiones, sobre todo por parte de las víctimas, esta dirección general ha estado acusada de tratar de blanquear el terrorismo de ETA. Hasta algún terrorista fue homenajeado en el Acto de Reconocimiento a las Víctimas de la Violencia Política que tuvo lugar en 2017. Precisamente se celebró el único año en que la Ley Foral de Abusos Policiales estuvo en vigor antes de que fuera anulada por el Tribunal Constitucional.
Víctima de Kale Borroka
Pero María Chivite también ha hecho un guiño a quienes sufrieron la violencia terrorista de ETA . No en vano, al frente de la consejería de Interior, y con categoría de vicepresidente, ha puesto a Javier Remírez, una persona que ha sufrido en carne propia la actividad de la Kale Borroka durante los años 90.
Javier Remírez es hijo de la que también fue parlamentaria socialista, Asun Apesteguía, cuya vivienda fue atacada en numerosas ocasiones. Pero la militancia de Remírez en contra del terrorismo viene de lejos.
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