La estrategia de Vox ante las elecciones del 5-A
Vox tratará de consolidar su ascenso electoral en toda España con la entrada en los parlamentos de Galicia y el País Vasco, territorios que se le resisten y donde hasta ahora no ha podido penetrar
El partido de Abascal anuncia «sorpresas» y prepara sus estrategias para dar la «batalla»
Evitar el cuerpo a cuerpo con Feijóo
Abascal centrará su campaña sólo en atacar la política lingüística del PP
Galicia es una de las asignaturas pendientes de Vox y su presidente, Alberto Núñez Feijóo , su bestia negra. En las próximas elecciones del 5 de abril, el candidato popular se la juega al todo o nada, y Santiago Abascal puede ser su verdugo . A priori, ninguna encuesta hace tambalear con fuerza la cuarta mayoría absoluta de Feijóo, que parece garantizada, aunque sea por la mínima. Pero el líder de Vox no renuncia a su objetivo de conseguir un parlamentario por La Coruña y quizás otro por Pontevedra, según apuntan a ABC fuentes de esta formación política. Sería un éxito para ese grupo, al que siempre se le ha resistido el territorio gallego.
Los resultados de las últimas elecciones generales le llevan a pensar que solo con sacar la mitad de los votos obtenidos podrían hacerse con un escaño en el Parlamento gallego . Son conscientes de que los ciudadanos votan de forma muy distinta en unas generales que en las autonómicas, pero entienden que los 114.834 votos conseguidos el 10 de noviembre, casi 30.000 más que el 28 de abril, apuntan a un cambio de tendencia que les puede ser favorable.
A la conquista de este reto se lanzará Santiago Abascal, que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar si hace depender de su apoyo parlamentario la continuidad de Feijóo en la Xunta de Galicia. Aunque todavía no ha diseñado su campaña en todos los frentes, sí que tiene una cosa clara: que no entrará en el cuerpo a cuerpo con Feijóo, donde sabe que tiene mucho que perder , ya que el presidente popular es un político muy querido en esta región. Vox ha detectado el único flanco por el que pueden perforar la solidez del dirigente del PP, y esa vía, a su juicio, es la política lingüística.
Abascal y Feijóo se han ensarzado en varias ocasiones sobre esta cuestión, y sobre otras relacionadas con la escasa implantación de Vox en Galicia. El presidente de la Xunta ha dicho en reiteradas ocasiones que en su Comunidad «no tiene cabida» y el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, le ha respondido que «Galicia no es el feudo del PP» y denunció el «apartheid lingüístico que se pretende levantar allí».
El presidente de Vox censura de Feijóo que aplique «una legislación progre» en materia lingüística y que haya apoyado una iniciativa del BNG para reclamar más competencias autonómicas.
Desde Vox se es consciente de que entrar en el cuerpo a cuerpo con Feijóo «nos quita votos», por lo que solo atacarán las políticas que consideran «progres» para intentar debilitarlo. No irán muchó más allá y Abascal será el protagonista. Si tienen éxito y consiguen el escaño necesario para apuntalar la mayoría absoluta de Feijóo, Abascal esperará a que el gallego dé el primer paso; no se moverán.
«Respeto» por Iturgaiz que «legitima» a Vox
Denunciará la inmigración ilegal y recordará que ETA no es un «tema cerrado»
El País Vasco es territorio amigo para Abascal; allí comenzó su vida política, y en esta Comunidad sufrió el acoso etarra a su familia. Unos años muy duros que compartió con el recién nombrado candidato del Partido Popular, Carlos Iturgaiz . Abascal fue el presidente de Nuevas Generaciones en el País Vasco , cuando Iturgaiz era el presidente, entre 2000 y 2005. Además, fue concejal del Ayuntamiento de Llodio, miembro de las Juntas Generales de Álava y diputado del Parlamento Vasco . Todo ello como miembro del PP.
Esta relación de amistad ha dado un vuelco por completo a la campaña electoral en la que los dos amigos tendrán que enfrentarse desde posiciones distintas. El presidente de Vox con su propio partido e Iturgáiz con el PP, del que se había alejado tras quedar descabalgado en las elecciones europeos y que, por una carambola del destino, lo ha repescado para hacer frente al hijo pródigo de los populares, que se volcará en la campaña.
La llegada de Iturgáiz ha supuesto un cambio radical en el tono de la campaña y ha desconcertado a un sector de Vox , según reconocen a ABC fuentes de esta formación política. En el seno del partido que Abascal fundó a su imagen y semejanza, se ha instalado la disyuntiva de si el candidato Iturgáiz les perjudicará, al situarse en el ala derecha del PP, frente a un Alfonso Alonso, muy crítico con Vox. Sus primeras declaraciones no dejan lugar a dudas: «Abascal es una persona maravillosa, un hombre estupendo, una magnífica persona». Además, ha llegado a decir que ambas formaciones se encuentran «muy cerca» en «muchos planteamientos».
Las fuentes consultadas por ABC aseguran que tienen «respeto» por Iturgáiz, que pertenece a una «generación de valientes», pero que más allá de ello «no hay ningún riesgo electoral, para nada» . Comparan su perfil más a la derecha con el que presentó el PP en Cataluña con Cayetana Álvarez de Toledo, que no perjudicó a Vox, sino todo lo contrario: «Crecimos y Cayetana era muy buena candidata».
En el círculo cercano a Abascal, incluso, se llega a afirmar que es «muy discutible que nos vaya a perjudicar, yo creo que incluso nos beneficia porque nos legitima», en el sentido de que el PP apuesta por la línea más dura frente al PSOE y PNV, como la que mantiene Vox. Por tanto, sería darle la razón a Abascal. Esta misma fuente sí que admite que en Vox «hay gente que realmente piensa que nos puede perjudicar».
Esta formación política se marca como objetivo conseguir escaños en Álava y Vizcaya y centrará su campaña en la lucha contra la inmigración ilegal, la «insolidaridad» que supone el cupo vasco, la «cerrazón» que impone el PNV y la constatación de que ETA no es un «asunto cerrado».
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