Curri Valenzuela - CHISPAS

Esto no va a ser fácil

Curri Valenzuela

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Han pasado 18 días desde la escena de euforia en el balcón de Génova por haber alcanzado los 137 escaños que pocas horas antes sus protagonistas no se esperaban y los ánimos en la sede central del PP apenas se recuerdan a la alegría de finales de junio. La prueba es que ahora se conforman con que Ciudadanos se abstenga en la investidura de Rajoy y han dejado de soñar con la gran coalición de gobierno con el PSOE que llevaban promoviendo desde diciembre.

«Esto no va a ser fácil», es el comentario resignado que se escucha por los pasillos de Génova y de La Moncloa en los que todavía se da por hecho que su candidato pueda ser investido a finales de julio o primeros de agosto aunque los números sigan sin cuadrar ni siquiera para la segunda votación, visto que el PSOE se obstina en mantener su «No» y Rivera no promueve el «Sí» por ahora más que en condiciones extremas.

Una de las claves de esta situación de estancamiento la proporcionó ayer el líder de Ciudadanos tras su entrevista con Rajoy cuando reveló que este había rechazado su propuesta de negociación a tres, entre sus partidos y los socialistas, porque descarta que el PSOE vaya a interesarse ni siquiera en discutir las propuestas que los populares harán públicas a lo largo del día de hoy. O sea, que el presidente en funciones, que seguro que dispone de muy buena información, ya conoce la oposición rotunda a colaborar lo más mínimo a su investidura que Sánchez le va a transmitir en su encuentro de esta mañana.

La verdad es que los dirigentes del PP no se creían a ellos mismos cuando les dio por hablar de la gran coalición con el Partido Socialista, pero sí mantuvieron hasta el pasado sábado la esperanza de que el comité federal abriera la puerta a la abstención en la sesión de investidura como habían recomendado Felipe González y otros pesos pesados socialistas pasados y presentes. El pequeño resquicio dejado finalmente para permitir que gobierne Rajoy en un acuerdo de última hora ha sido acogido, qué remedio, con resignación entre los populares.

Lo mismo sucede con la abstención de Ciudadanos, cuyos 32 diputados fueron despreciados como irrelevantes cuando se contaron los votos la noche del 26 de junio, aquella noche en la que la investidura de Rajoy parecía cantada, y ahora resultan esenciales para mantener vivas las esperanzas de que vuelva a gobernar el PP.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación