Una estirpe familiar utilizaba niños y mujeres para robar a cientos de víctimas con «abracitos»
Los ladrones de Rólex dejaron a una persona casi ciega y otra perdió la falange de un dedo
Víctimas mayores de 80 años , la mayoría extranjeros y con relojes caros en su muñeca –o joyas- que paseaban su bronceado confiados por la Costa del Sol y Levante. Ese era el perfil en el que habían puesto sus ojos y sus artimañas criminales la organización de ladrones rumanos desarticulada por la Policía Nacional. Hay 42 detenidos, 38 de ellos en España de los que tres son menores y han ingresado en centros de reforma. Se trata de un clan, «una estirpe familiar», como lo han definido los investigadores, en los que los mayores, los patriarcas instruían a hijos y sobrinos para robar, para hacerse pasar por sordos o por cariñosas mujeres «mimetizadas con el ambiente», para acercarse a las víctimas.
Su base de actuación era Getafe (Madrid) donde vivían tratando de pasar desapercibidos y desde ahí se desplazaban a zonas «ricas» como Marbella, Estepona y puntos de Levante y Cataluña. Alguna de las 17 mujeres detenidas abrazaba y acariciaba a la víctima mientras le robaba al descuido. Un coche esperaba para recoger toda la mercancía sustraída en una zona y un tercero, «caleteado», ocultaba el material robado en todo el país y lo trasladaba a Rumanía donde era vendido y se blanqueaban los beneficios. Su objeto de deseo principal eran los relojes «Rólex» . «Tenían un ojo infalible para detectar los buenos», explicó el comisario de la UDEV Central Tomás González de la Oliva.
Los investigadores están especialmente satisfechos porque por primera vez han logrado que se impute como delito principal a uno de estos clanes la organización criminal, que ha provocado un perjuicio económico de más de un millón de euros. Se trata de un grupo con enorme movilidad y muy jerarquizado ; también violento pese a las apariencias. Una de sus víctimas perdió la falange de un dedo tras cerrarle la puerta con saña y a otra una mujer del clan la dejó ciega de un ojo a base de golpes. «Nos ha conmovido mucho porque todas las víctimas son personas muy mayores e indefensas», confesó la inspectora Serrano.
En los 12 registros realizados en España y Rumanía, los agentes han intervenido 66 relojes de lujo, 264 piezas de joyería, 41.000 euros en efectivo, 92 teléfonos móviles, diversas armas de fuego y 10 vehículos de alta gama, entre otros efectos.
«Hurto amoroso»
La investigación se inició en noviembre de 2018, en Málaga, cuando se empezaron a detectar casos del llamado «hurto amoroso» en esa zona por parte de la Policía. Las primeras pesquisas evidenciaron que sus integrantes llevaban más de tres años asentados en España, según destacó la inspectora de la UDEV Central Victoria Serrano. Ninguno tenía trabajo y su nivel de vida era muy ostentoso, en especial en Tandarei (Rumania) de donde procedían. Allí se movían en coches de lujo, vivían en mansiones, organizaban fiestas y eran los «amos».
Otro aspecto que caracterizaba a la organización desmantelada era su marcado carácter itinerante, en continuo movimiento por todo el territorio nacional. Los investigados se alojaban durante cuatro o cinco días en una casa rural, normalmente en zonas de interior, y se desplazaban cada día en un radio de 100 kilómetros hacia zonas costeras próximas para cometer los hurtos . Inmediatamente después regresaban a la vivienda con el botín, cambiando de zona y de casa de forma constante.
Teniendo en cuenta que el valor medio de los objetos robados es de, aproximadamente, unos 10.000 euros –si bien hay relojes intervenidos que pueden llegar a costar entre 30.000 y 45.000 euros- el perjuicio causado por esta organización se estima que supera el 1.000.000 euros; y todo ello, sin atender al altísimo valor sentimental que muchas de las joyas robadas tenían para sus víctimas. Por otra parte, tan sólo en la provincia de Málaga se les imputa la comisión de 100 hechos durante el año 2019, señaló el inspector de esa comisaría Alberto Estévez.
La Policía se centró en el análisis patrimonial y económico de los sospechosos y de su entorno, en busca de testaferros y de la ocultación de los beneficios. Con el avance de la investigación, los agentes identificaron los escalones jerárquicamente más bajos de la organización y, a partir de ahí, establecieron el organigrama completo. Asimismo, consiguieron determinar las funciones de cada uno de sus miembros, el «modus operandi» utilizado, las medidas de seguridad adoptadas, los medios de ocultación de los efectos robados y, finalmente, la plena identificación de sus líderes. Estos últimos se encontraban asentados en la localidad rumana de Tandarei (Condado de Ialomita), lugar al que enviaban los relojes y joyas robadas, o el dinero obtenido de su venta.
Por toda Europa
Gracias a la cooperación internacional, los investigadores tuvieron conocimiento de que el grupo criminal actuaba por todo el territorio europeo , constatando su presencia en países como Rumanía, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Francia. Dado el carácter transnacional e itinerante de la organización, las autoridades de España y Rumanía crearon un Equipo Conjunto de Investigación (ECI).
Recientemente, y de forma conjunta y con el apoyo recibido desde el centro de Coordinación establecido en EUROJUST, se ha realizado la explotación de la operación -con detenciones y registros simultáneos en España y Rumanía- logrando la desarticulación de la organización criminal investigada en su totalidad. Se han practicado un total de doce registros, siete de ellos en España y cinco en Rumanía, estos últimos en los domicilios de los jefes de la organización. Los registros realizados en nuestro país han tenido lugar en Getafe (4), Parla (1), Madrid capital (1) y la localidad murciana de Molina de Segura (1).
La investigación ha sido desarrollada por la UCDEV de la Comisaría General de la Policía Judicial, la UDEF/UDEV de la Comisaría Provincial de Málaga, diversas unidades de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia y la Comisaría Local de Mérida.