Estampida en Cs tras el nombramiento de Felisuco como portavoz de Cantabria

Dos tercios de la militancia en la región abandonan el partido tras la designación del diputado

Felisuco durante la recogida de su acta de diputado JAIME GARCÍA

ROCÍO FERNÁNDEZ ORTIZ

Ciudadanos ha sido el último en subirse al carro de las crisis internas de los partidos en Cantabria, de las que por ahora solo se salva el PRC de Miguel Ángel Revilla. Y lo ha hecho con fuerza. La decisión de Albert Rivera de nombrar al humorista, actor y presentador de televisión Félix Álvarez, alias Felisuco, portavoz en la región ha provocado una estampida de destacados cargos públicos, orgánicos y afiliados, que suman según sus propios cálculos dos tercios de la militancia , formada por unas 300 personas.

La salida más sonora es, sin duda, la de uno de los dos parlamentarios autonómicos, Juan Ramón Carrancio , y los dos concejales de Santander, David González y Cora Vielva . Pero ninguno de los tres está dispuesto a ceder su acta, ni en la Cámara ni en el Ayuntamiento, por lo que pasarán a ser no adscritos. El diputado seguirá en el Grupo Mixto en el que ya está integrado Cs, que se queda ahora con un solo escaño, el de Rubén Gómez, mano derecha de Felisuco. Por su parte, los ediles, con grupo propio, se unirán al único miembro de IU en la capital y a otro que fue expulsado de Ganemos.

El que Cs se quede sin representación en la ciudad puede tener consecuencias en la vida política, ya que era la muleta en la que se ha venido apoyando el PP en minoría, dirigido primero por Íñigo de la Serna y después, tras su marcha al Ministerio de Fomento, por Gema Igual. Los naranjas facilitaron la investidura de ambos en la Alcaldía. Pero también puede afectar al Gobierno regional, ya que tras entorpecerse las relaciones de Podemos con el PRC-PSOE, los de Albert Rivera han permitido al bipartito sacar adelante los presupuestos de este año o el acuerdo con Guipúzcoa para verter la basura de la provincia vasca en el vertedero cántabro de Meruelo.

Las razones de su marcha

Carrancio, González y Vielva han decidido abandonar Cs porque «ha traicionado todo lo que representa la democracia», según explicaron ayer en una rueda de prensa en la que se rodearon de un nutrido grupo de afiliados y simpatizantes. Todos ellos son contrarios al nombramiento de Felisuco -que desde diciembre de 2015 ocupa el único asiento naranja en el Congreso que corresponde a Cantabria- como máximo responsable del partido en esta comunidad. También denunciaron las formas en que ha sido elegido: a dedo, sin la celebración de primarias.

La dirección les recriminó que, por no devolver el acta, quieran ahora «robar» esos asientos a Cs

«La afiliación en Cantabria no quiere a Félix Álvarez», sentenció Carrancio, que aseguró que el «showman», ahora diputado, no ha tenido una conducta «muy recomendable» desde que entró en Ciudadanos. De hecho, le acusó de «intimidar» y «amenazar» a trabajadores de la foramción con su puesto si no hacían lo que él quería.

En cuanto conservar el acta, el diputado explicó que no va a «devolver el acta a un partido que no es por el que yo me presento» . De su lado, la dirección les recriminó, a través de un comunicado, que tras obtener sus escaños bajo las siglas de Cs quieran ahora «robar» dichos asientos para «mantener un sueldo que pagan todos los cántabros». Por último, la cúpula autonómica recordó que Carrancio y González están inmersos en una investigación judicial por un acta basada en una supuesta firma falsa, por lo que Cs había decidido ya apartarles de sus responsabilidades internas.

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