Hermano del asesinado por Rodrigo Lanza

«En la Audiencia de Zaragoza, detrás de mí sentí a medio mundo esperando justicia»

ABC habla con Javier Laínez, hermano de Víctor Laínez, el hombre asesinado por el antisitsema Rodrigo Lanza en 2017. Confiesa sentirse confortado tras el veredicto de culpabilidad del jurado

El antisistema Rodrigo Lanza, condenado por asesinato de Víctor Laínez. El hermano del fallecido, Javier Laínez Fabián Simón
Roberto Pérez

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Javier Laínez , hermano de Víctor Laínez , el hombre de 55 años asesinado por el antisitsema Rodrigo Lanza en diciembre de 2017, confiesa sentirse confortado tras el veredicto de culpabilidad dictado el pasado jueves por el jurado que ha juzgado el caso, por segunda vez, en la Audiencia de Zaragoza. Tras ese veredicto, la magistrada del caso tiene que dictar sentencia.

Se prevé que la pena sea de entre 20 y 23 años de prisión, que es lo que han solicitado la Fiscalía y las acusaciones, respectivamente, por un delito de asesinato agravado por odio ideológico. A Víctor Laínez le gustaba vestir unos tirantes con los colores de la bandera de España. Lanza no lo conocía. Se lo cruzó en un bar y considera que era un «facha». Poco después, Lanza se encaraba con él y a continuación le atacó por la espalda y le destrozó el cráneo a puñetazos y patadas, según ha dado por probado el veredicto del jurado en este segundo juicio. El primero se anuló por gruesas anomalías que condujo a una polémica sentencia en la que Lanza fue condenado por imprudencia homicida en vez de por asesinato.

Tras el revuelo de aquella primera sentencia que acabó anulada, ¿ahora los familiares de Víctor Laínez se sienten resarcidos por el crimen?

Al menos este individuo va a pagar realmente por lo que hizo, que fue asesinar a mi hermano, a un hombre que estaba tan tranquilo tomándose una cerveza en un bar. Se le acercó, lo increpó, se metió con él y lo asesinó brutalmente.

¿Cómo vivieron la lectura del veredicto del jurado, el pasado jueves?

Estaba a las puertas de la Audiencia de Zaragoza. Estábamos mi mujer, mi mejor amigo y yo. Y detrás de mí, sentí a medio mundo esperando también justicia.

¿Y siente que se ha hecho la justicia que merecía este crimen?

Al menos se ha hecho con lo que permite el Código Penal español. Desde luego, matar a una persona de esta forma no creo que se pague con 20 ó 23 años de prisión, que luego se suelen quedar realmente en menos por los beneficios penitenciarios. Pero si la legislación está así, lo acatamos, lo respetamos, a callar y a trabajar como todos los días, como hemos hecho siempre. Nosotros no pedíamos venganza sino justicia, que es lo que no hubo en la primera sentencia que se anuló. Ahora sí; por lo menos, tenemos la satisfacción de que no hay un asesino en la calle, porque ya salió prácticamente de rositas cuando dejó tetrapléjico a un policía en Barcelona años atrás (Lanza fue condenado por aquel crimen a cinco años de prisión).

¿Cómo ha afectado este asesinato a su familia?

Ha sido y sigue siendo durísimo. Mi padre no ha vivido para escuchar esta sentencia, porque murió el pasado 8 de agosto, con 81 años. El hombre se dejó morir. Era su hijo mayor, su hijo del alma, mi hermano del alma. Mi madre tiene 82 años y vive en un sufrimiento total. Va todos los días al cementerio a estar ante la tumba de su hijo, a estar junto a él y a llorar… Es un sufrimiento enorme. A mi sobrina (hija de la víctima) la han dejado su padre y vive incluso con miedo. En fin, es durísimo, pobrecico mi hermano, pobrecico…

Estos días, durante el juicio, se ha revivido con toda crudeza el asesinato de su hermano ocurrido hace casi tres años, y ha vuelto a ver al culpable… ¿Qué ha sentido?

La memoria de mi hermano, la brutalidad con la que lo asesinaron, el deseo de que se hiciera justicia… Ese individuo mató a mi hermano de una forma salvaje. No es que lo matara por la espalda, es que además lo destrozó, le reventó el cráneo, le destrozó la cara… Recuerdo que, cuando lo llevaron al hospital, la doctora que estaba al frente me dijo que jamás había visto algo tan brutal. Pobrecico mi hermano. Y el abogado defensor hablaba en el juicio de la vida en la cárcel de su cliente... Celda la de mi hermano, un agujero del que no va a salir nunca porque ese tipo se cruzó con él y decidió matarlo.

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