Los españoles culpan a Abascal y Pedro Sánchez de la crispación política
El CIS revela que a la inmensa mayoría de los encuestados les preocupa la tensión
El Congreso resultante de las elecciones del 10-N , el más fragmentado desde la restauración de la democracia, ya anticipaba una legislatura bronca, y así lo están confirmando los primeros plenos. Se han celebrado dos sesiones de control en el Congreso y en las dos se han escuchado gritos de «dimisión» y descalificaciones. El « Delcygate », el caso de los menores explotados en Mallorca... cuando la oposición ha reclamado explicaciones al Ejecutivo, los ministros han optado por la gresca. Venezuela, el Yak-42 e incluso el 11-M; cualquier pretexto les ha servido para no responder. Y para todo lo demás, el comodín del «facha» : en el pleno del miércoles, Vox le preguntó a la vicepresidenta Calvo por la presencia de Iglesias en la comisión que controla al CNI y ella replicó con Franco.
Es la misma estrategia de la confrontación que tan bien le funcionó a Zapatero mientras la economía respetó su mandato en La Moncloa, pero parece que esta vez los españoles sí le tienen tomada la medida al Gobierno socialista. Según el barómetro del CIS de febrero , publicado ayer, la inmensa mayoría de los votantes dicen estar preocupados por la crispación política. Hasta el 73,7 por ciento de los encuestados responden estar muy o bastante preocupados por este clima tan polarizado, en un contexto que el 88,3 por ciento califican como crispado. Y el culpable no es solo Vox, como el Gobierno quiere hacer creer cuando alude a la foto de Colón o a la herencia franquista, también lo es el PSOE.
Si Vox es el partido más señalado ante la pregunta de qué formación hace más por que haya crispación en España, una respuesta que dan el 13,9 por ciento de los encuestados, el segundo en la lista es el PSOE. El 8,2 por ciento apuntan al PSOE como responsable de la tensión política actual, y lo sitúan por delante del PP, mencionado por el 5,6 por ciento, de los partidos independentistas (5,5 por ciento), Podemos (3 por ciento) o Ciudadanos (0,7 por ciento). El 10 por ciento creen que todos generan crispación por igual.
Mejorar la economía
Pedro Sánchez sale peor parado cuando el CIS pregunta por los líderes políticos, pues el 10,3 por ciento de los españoles lo consideran como el principal responsable de la polarización, y supera el 8,2 que cosecha el partido que él preside. El portavoz que más contribuye al clima de enfrentamiento, eso sí, es Santiago Abascal, citado por el 13 por ciento de los electores. Pablo Casado es mencionado por el 4,8 por ciento, Pablo Iglesias por el 3,7 por ciento e Inés Arrimadas por el 0,6 por ciento. El presidente catalán, Quim Torra, es culpado por el 0,8 por ciento, y su antecesor en el cargo, Carles Puigdemont , por el 0,3 por ciento.
La crispación preocupa a los españoles, y el 81,4 por ciento creen que los representantes políticos deberían tomar medidas para reducirla. Porque aunque el paro sigue siendo el principal problema del país, al mencionarlo el 60,2 por ciento, los políticos -el sumatorio de las categorías el mal comportamiento de los políticos, lo que hacen los partidos políticos y los problemas políticos en general- son señalados por el 51,3 por ciento y siguen siendo la segunda principal preocupación de España. En tercer lugar se sitúan los problemas de índole económica. A juzgar por el CIS, la economía, y no Cataluña, debería ser la prioridad del nuevo Gobierno.
La mayoría de los españoles consideran que el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias debe centrarse en luchar contra el desempleo y la precariedad laboral , como primer objetivo, y después hacer frente a la situación política y promover el crecimiento. La tercera prioridad que los encuestados fijan es mejorar servicios públicos como la sanidad, la educación o la dependencia, y también combatir las desigualdades sociales. Resolver la situación en Cataluña aparece en quinta posición. Al 37,7 por ciento les preocupa que el Gobierno ceda ante las exigencias del independentismo y empeore las cosas. La composición del Ejecutivo de coalición, con ministros de Podemos, le ha causado buena impresión al 31,2 por ciento y mala al 38,3 por ciento.