El escritor Alejandro Palomas relata los abusos sexuales sufridos de niño

Tenía apenas 7 años cuando uno de sus profesores más carismáticos empezó a llevarle a casa en coche. "Ahi empezó a haber ese tipo de contacto, no sano", cuenta Alejandro. "Con la mano que cambiaba de marcha, él la introducía entre los dos asientos y era la mano con la que él me tocaba, me hurgaba, debajo del calzoncillo, intentaba masturbarme muchas veces. El intercalaba esto con masturbarse él, por debajo del pantalón", explica. En uno de esos trayectos el abuso concluyó con una frase: "Me quitó de encima, salió del coche y me dijo: ¿ves lo que me haces hacer? De todo eso lo peor es esa frase porque yo empecé a pensar: Claro, soy yo". Pero el peor episodio llegó en unas colonias de verano. Alejandro sufrió una herida y tuvo que dormir en la enfermería. Allí su presunto agresor le violó. "Me ató las manos, y durante esa noche me visitó tres veces y la violación fue la tercera vez. Dolió tanto que yo creía que me moría". Cuenta que los abusos continuaron en clases de apoyo individuales, hasta que decidió contárselo a su madre. "Y lo único que pude decir es: el hermano L me hace cosas". Sus padres lo contaron a los responsables del centro. Y la respuesta: "Que lo iban a resolver en el colegio y que por favor tuvieran discreción". El profesor siguió dando clase y Alejandro aún arrastra las secuelas: "Es como si te amputaran algo, tú sabes que hay una parte que no tienes. No sé confiar, ni sé que me quieran". Las secuelas de aquel tiempo.-Redacción-