Los «errejonistas» cargan contra el «chantaje» de Pablo Iglesias ante la cita de Vistalegre II
Tania Sánchez exigen claridad sobre el futuro de Errejón. Críticos con Iglesias le piden que acepte la diversidad

La diputada de Podemos por Madrid Tania Sánchez ha acusado este martes al secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias , de plantear un «chantaje» y le ha reclamado claridad sobre el futuro del secretario de Política, Íñigo Errejón .
En una entrevista en TVE, Sánchez ha dicho que «no es justo» que Iglesias plantee «una especie de miedo» tras asegurar que dejaría la secretaría general del partido si su propuesta sale derrotada de Vistalegre II.
«Podemos nació como una herramienta para empoderar a la gente y debatir, los resultados de su táctica tienen que ser fruto de un debate fraterno en el que se permita que la gente se posicione. La gente puede decir estoy de acuerdo con que Iglesias es el mejor secretario general y con que el modelo organizativo tiene que ser menos personalista», ha explicado.
Asimismo, Sánchez —considerada cercana al sector «errejonista»— ha pedido claridad al líder de su formación sobre el futuro del número dos de Podemos. «Quién está diciendo que "o se vota todo lo que tengo la voluntad o me voy", ¿cuándo gane va a retirar a Íñigo? Convendría que la gente lo supiera», ha manifestado.
La de Sánchez es una de las voces «errejonistas» que en los últimos días se ha alzado contra las tesis de Iglesias y han reivindicado la necesidad de construir, en la segunda Asamblea Ciudana Estatal, un Podemos «plural» y «diverso» en el que la «unidad» no implique «anular» las diferencias y las discrepancias».
Contra la unidad «por encima de todo»
Los «errejonistas» han cuestionado el modo en el que Iglesias realizó su llamamiento a la unidad el pasado sábado, durante la última reunión de la dirección, en la que pidió el fin de las «corrientes, los bloques y los partidos dentro del partido» una vez finalice el congreso de febrero.
Según Iglesias, en Vistalegre II hay que construir «un Podemos unido en el que haya sitio para todo el mundo» y en el que «todas las ideas quepan con capacidad de debate permanente», pero hizo especial hincapié en no convertir la formación «en un campo de batalla de diferentes partidos que compiten dentro».
El responsable de Discurso de Podemos, Jorge Moruno, ha avisado en un texto difundido en su canal de Telegram, que aunque «la palabra unidad gusta», esconde «peligros si se impone anulando las diferencias». «La unidad solo es democrática si federaliza la suma de las diferencias en lugar de anularlas. La unidad es importante, qué duda cabe, pero es todavía más importante contar con los elementos que hacen posible la unidad. La unidad por sí misma no vale nada sin las diferencias», asegura Moruno en un escrito.
Según Moruno, «si en Podemos se habla de unidad por encima de todo, se corre el riesgo de replicar esa misma lógica que integra a base de desintegrar al otro»; una lógica que, a su juicio, tiene que ver con «una concepción del poder que no es capaz de mirar de igual a igual al otro sino que se limita a incorporar a otros bajo un mando unificado».
«Aceptar las diferencias»
En esta misma línea, el dirigente y director del Instituto 25-M —el "think tank" de Podemos—, Jorge Lago , ha difundido otro texto, en el que aboga por buscar una unidad entendida «como algo siempre en construcción» y no «como algo que siempre está ahí»; es decir, la unidad «como búsqueda y, por tanto, resultado de prácticas y decisiones que suman y multiplican» y no «como una necesidad y un deseo que se decreta y exige al resto».
«Estas dos formas se aplican hoy a la organización de Podemos: se puede pensar que la unidad es algo que se logra con más democracia y pluralismo para que más y más gente se sienta formando parte de un mismo proyecto, haciendo que la unidad sea así el resultado de sumar y agregar diferencias; o podemos pensar que la unidad tiene que ver con la uniformidad o la fidelidad a unos principios y a unas personas», asegura, comparando, aunque sin citarlos, el modelo de «Recuperar la Ilusión» frente al que defiende Iglesias, «Podemos para todas».
Al igual que Moruno, Lago señala que «quien más ha hablado históricamente de unidad ha sido la izquierda» y que «lo ha hecho más desde el decreto o el deseo que desde una práctica democrática que la construyese día a día». «La izquierda, de hecho, habla más de su propia unidad que de la del pueblo: la famosa unidad de la izquierda como sueño de unir a los que ya piensan y actúan igual», apostilla.
Por ello, el dirigente «errejonista» defiende que «para unir a un pueblo hay, primero, que aceptar sus diferencias, su diversidad y su complejidad», en línea con lo que defendió el propio Errejón tras escuchar el discurso de Iglesias el pasado sábado.
Noticias relacionadas