Errejón: «La percepción de inmadurez y soberbia explican los resultados del 26-J»

El secretario político reivindica para Podemos la estrategia de la transversalidad: «A la fuerza de los de arriba no se le puede oponer la izquierda, sino la mayoría heterogénea y mestiza de los de abajo»

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias JAIME GARCÍA
Víctor Ruiz de Almirón

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Íñigo Errejón traza en las elecciones del 20-D un antes y un después en Podemos. «Se produjo un paraguas en la historia de Podemos», reconoce en la introducción de su documento político . Aunque aquella campaña electoral se reconoce en Podemos como un hito («la remontada» tras el mal resultado en las catalanas) y pese a obtener cinco millones de votos , Errejón considera que «se había frustrado un objetivo fundamental: conseguir una posición tal que forzara al PSOE a tener que elegir claramente de cara a la opinión pública entre los dos proyectos de país que se pusieron encima de la mesa en esa campaña electoral histórica».

[ Lee aquí el documento completo presentado por Errejón (PDF) ]

El secretario político reconoce que fue a raíz de aquella aritmética endiablada cuando empezaron los problemas en Podemos: «Esa fecha fue un punto de bifurcación para nuestra joven formación, ya que por primera vez de forma más clara se plantearon diferencias estratégicas en el interior del partido». Errejón cree que ese periodo «fue acompañado de una serie de errores que luego se verían reflejados en los resultados de la repetición electoral del 26-J ».

Cree Errejón que es en esos meses entre el 20-D y el 26-J en los que se empieza a observar la importancia que le otorga la ciudadanía de nuestro país a un cierto orden», por lo que «más allá de la pulsión destituyente» cree que se hace necesario «plantear un horizonte alternativo de certezas y seguridades para ser una fuerza realmente transformadora».

Y el número dos de Podemos cree que en esos meses Podemos no cumplió con ese propósito. Aunque ya en julio el partido hizo una autocrítica en la que achacaba a la gestión en la breve legislatura de sus resultados en junio, Errejón ahora dota a ese argumento de una autocrítica punzante que le alcanza a él, pero que apunta a Pablo Iglesias, a su discurso de la cal viva y a la manera agresiva en que trató al PSOE y a Sánchez a la hora de entablar la negociación: «La gestión de las negociaciones de gobierno improductivamente y la percepción de inmadurez y soberbia por una parte importante de nuestro potencial electorado explican los resultados del 26-J», y añade aquí su reivindicación por un Podemos independiente, «en los que la confluencia con IU pareció no funcionar».

Una fuerza más abierta

El documento de «Recuperar la ilusión» plantea que «la crisis de régimen no se ha cerrado» y que «el gobierno de Rajoy es más débil de lo que aparenta». Y cree que Podemos debe abandonar la estrategia de replegarse hacia posiciones que recuerdan a la izquierda de siempre . Y vuelve a levantar su bandera de la transversalidad como hoja de ruta: «A la fuerza de los de arriba no se le puede oponer la izquierda, sino la mayoría heterogénea y mestiza de los de abajo».

Ante las tesis de la corriente anticapitalista, que ayer evocaron que se trata de un momento en el que Podemos tiene que «resistir», Errejón plantea que Podemos debe convertirse en una fuerza «más abierta, no resistencialista», que debe estructurarse orgánicamente de otra manera: «Pasar de la máquina de guerra electoral al movimiento popular».

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