LA NOTICIA
La subida del PP en otras elecciones no pondrÃa fin al bloqueo polÃtico en España
El tictac hacia las terceras elecciones generales sigue en marcha, sin que de momento se vea un posible acuerdo en el horizonte que ponga fin al bloqueo. Las urnas acentuarÃan las tendencias que ya se vieron el 26 de junio, pero apenas servirÃan para cambiar el panorama, ya que la división se mantendrÃa y existirÃan prácticamente las mismas dificultades para formar Gobierno. Según la encuesta de GAD3 publicada hoy por ABC, el PP sumarÃa otros cinco diputados, hasta llegar a los 142, mientras que el PSOE, Podemos y Ciudadanos volverÃan a perder terreno. La necesidad de un acuerdo seguirÃa siendo la misma que en la actualidad y con idénticos protagonistas. Rajoy subirÃa hasta el 33,9% de los votos y mejorarÃa su resultado con respecto al 26-J pero seguirÃa quedándose muy lejos de la mayorÃa absoluta. El PSOE no ha tocado fondo aún, según se desprende de la encuesta. El 20-D se quedó en 90 diputados, el 26 de junio bajó a 85, y ahora, si se celebraran nuevas elecciones, bajarÃa hasta los 81, con un 21,1 por ciento. El descalabro socialista harÃa que Unidos Podemos se le acercara un poquito más. La formación de Pablo Iglesias solo se dejarÃa un escaño por el camino, y mantendrÃa 70, con un 20,5 por ciento de los votos. Por otro lado, Ciudadanos perderÃa en esos nuevos comicios dos diputados, que en realidad serÃan diez si lo comparamos con su resultado del 20 de diciembre. Con estos resultados de los cuatro partidos nacionales, los escaños agregados por «bloques» quedarÃan asÃ: PP y Ciudadanos sumarÃan 172 diputados; y PSOE más Unidos Podemos, 151. En diciembre, la diferencia era de 163 a 161, mientras que el 26 de junio se quedó en 169 frente a 156. La distancia se ha ido ampliando, y ahora mismo, según la encuesta, los partidos de Rajoy y Rivera estarÃan a cuatro diputados de la mayorÃa absoluta
REPERCUSIÓN
La celebración de unas terceras elecciones en solo un año podrÃa tener un efecto pernicioso en el sistema, como ya se ha advertido desde distintos ámbitos. De hecho, la participación caerÃa hasta siete puntos si los españoles fueran llamados de nuevo a las urnas por la falta de acuerdo de los partidos. Según la encuesta de GAD3, en unas terceras elecciones la participación podrÃa quedar en un 63 por ciento, frente al 69,8 por ciento registrado el pasado 26 de junio. La participación media en unas elecciones generales es del 73,8 por ciento, y el mayor porcentaje se alcanzó en 1982, cuando se rozó el 80 por ciento de votantes. Si se cumpliera la previsión, la participación podrÃa estar diez puntos por debajo de la media histórica
LA OPINIÓN DE ABC
Nada resolverÃan otras elecciones
La situación polÃtica española queda retratada en un estado de contradicción que la hace aún más preocupante. Si los polÃticos están bloqueados, sus votantes parecen estancados. El hartazgo de los ciudadanos, tan recurrente en los diagnósticos cotidianos, no se traduce en una decantación de su voto hacia posiciones pragmáticas, por ejemplo, reunificando el voto de centro-derecha en el Partido Popular, lo que permitirÃa crear una mayorÃa estable. La victoria de los populares en la encuesta de GAD3 queda mermada con el retroceso de Ciudadanos, que en menos de un año, desde el 26-D, podrÃa perder el 25 por ciento de sus escaños. El electorado socialista se divide sobre la oposición de Sánchez al pacto del PP con Ciudadanos, pero solo son cuatro de cada dÃez los que le apoyan. El consuelo de Sánchez es que Podemos sigue fracasando en su objetivo de superar al PSOE y liderar la izquierda. El ciudadano se lamenta de la ausencia de gobierno y prevé unas terceras elecciones tanto como las rechaza, pero está dispuesto a repetir, con escasas variaciones, los resultados electorales que están haciendo imposible la formación de gobierno. Los llamamientos a la responsabilidad de los polÃticos son estériles si los electores no sancionan las prácticas obstruccionistas y vuelven a apostar por una representación parlamentaria de la que ya se sabe que no da más de sÃ. El voto es libre, por supuesto, pero también responsable. Los resultados en Galicia y PaÃs Vasco pueden alterar las coordenadas del bloqueo actual, pero las posiciones frentistas están tan arraigadas que el voto vasco y el gallego parece descontado de antemano y nos abocan a nuevas elecciones en diciembre.