El empresario que pagó el viaje de Ribó a la final de la Champions costeó su vuelta de otro partido en 2009
El juez escucha a los implicados en la expedición antes de decidir si pide imputar por cohecho al Síndic
El empresario catalán Jordi Soler ha reconocido este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional José De La Mata que el Síndic de Greuges Rafael Ribó viajó en su avión privado también en el año 2009 para volver de un partido del Fútbol Club Barcelona que se había celebrado en Roma, de modo que cuando en 2015 costeó sus desplazamientos a la final de la Champions en Berlín, no era la primera vez.
Soler, que está investigado en la causa abierta por el presunto pago de mordidas a Convergencia Democrática de Cataluña a cambio de obra pública, el «3 por ciento», comparecía ante el juez para dar cuenta de esa expedición por la que Fiscalía Anticorrupción ha pedido la imputación del Defensor del Pueblo Catalán al entender que podría haber incurrido en un delito de cohecho.
Según fuentes jurídicas, ha explicado que Ribó se «apuntó» al viaje de vuelta en su avión privado de aquel partido del Barça de 2009 después de que se encontrasen en el estadio junto al convergente Ramón Camp , el contacto que ambos tienen en común y que hizo posible que el Síndic viajase asimismo a la final de 2015. De hecho, meses después de aquello cenaron juntos los tres con sus respectivas parejas.
Esos habrían sido los únicos contactos que Soler mantuvo con Ribó antes de volver a llevárselo a un partido y así lo ha ratificado el propio Camp, que ha pasado ante el juez como testigo. Conforme ha apuntado, el Sindíc le dijo que tenía «entradas pero no viaje» para él, su pareja y su hija, dado que el artista con el que iban a desplazarse finalmente se había bajado del plan.
Fue entonces cuando el exdiputado de CiU contactó con Soler y le propuso «repetir la experiencia» de 2009 y así, estando ya el avión alquilado y todo previsto, el empresario aceptó que el Síndic y sus dos parientes se sumasen a la expedición, que tuvo un coste para sus empresas estimado en 30.000 euros por la Guardia Civil.
Soler, no obstante, ha descartado que la invitación fuese a cambio de beneficio alguno y ha incidido en que sus empresas nunca han sido adjudicatarias de ningún contrato del Síndic de Greuges ni antes ni después de 2016. Sobre por qué tildó el viaje de «comercial» cuando habló del tema con su contacto Antoni Colomer , ha argumentado que le daba apuro decirle que estaba «de campo y playa» entre semana y sobre todo, no haberle invitado.
En cuanto a la relación de Camp con el empresario, ambos han explicado que les une la familia Guardiola. Camp está casado con la hermana del célebre entrenador de fútbol y su cuñado, Pere, ha trabajado durante años en mercantiles del grupo Soler. De hecho, un amigo de este participó en la expedición, realizada finalmente por 14 personas incluyendo al Síndic y sus dos acompañantes.
Tras escuchar a Soler y a Camp, el juez debe decidir si eleva exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para que se investigue a Ribó por un presunto delito de cohecho , dado que goza de aforamiento. Según la Fiscalía Anticorrupción, este sería el caso, dado que el Síndic «no mantiene relaciones de amistad o afecto con Soler» que justifiquen la invitación y además,«no sólo acepta ser invitado sino que toma iniciativa para obtener un mayor beneficio al solicitar expresamente que también sea invitada su hija».