La «embajada» catalana en EE.UU. se refuerza en pleno pulso independentista
Tres nuevos contratados a dedo declaran cobrar un total de 260.000 euros al año por hacer lobby en Washington
La delegación de la Generalitat de Cataluña en Estados Unidos se ha reforzado justo en el momento en que el presidente autonómico Quim Torra le ha echado un pulso al estado central. Para seguir con su labor de relaciones públicas ante los poderes ejecutivo y legislativo de EE.UU., la Generalitat ha contratado a tres nuevos representantes que añaden un gasto total sobre el presupuesto público de más de 260.000 euros anuales.
Apurando los plazos legales para hacerlo, el nuevo delegado del gobierno autonómico catalán en EE.UU., Isidre Sala , se ha registrado ante el Departamento de Justicia norteamericano declarando un salario base anual de 160.538 dólares , que al cambio son 144.200 euros. Sala sustituye a Victòria Alsina, que fue elegida en 2018 por concurso público y que ha abandonado el puesto tras menos de un año para dirigir un centro de urbanismo de la universidad de Nueva York.
Sala es un economista que en principio ocupa el cargo de forma interina hasta que se elija a otro delegado en otro concurso público. Desde abril, Sala era director general de Asuntos Globales del Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, que controla la «diplomacia» paralela catalana, puesta al servicio del independentismo.
Al aplicar en 2017 el artículo 155 de la Constitución y suspender temporalmente la autonomía catalana, el gobierno de Mariano Rajoy estimó que la pseudoembajada catalana en EE.UU., con sedes en Washington y Nueva York, costaba más de un millón de euros al año . Fue reabierta en noviembre, tras el cierre decretado por el anterior ejecutivo español.
Sala ha registrado el 3 de octubre como lobista extranjero ante el gobierno norteamericano porque así lo manda la ley, ya que no es diplomático reconocido por el país del que tiene pasaporte. En la solicitud de registro se identifica como un ciudadano español que ocupa el cargo de «Jefe de la Delegación de Cataluña a EE.UU. y Canadá».
Contratados a dedo
Junto a Sala se registran dos asesores, nombrados también a dedo por la Generalitat. Uno es Magalí Muria , mexicana nacionalizada estadounidense en 2014 y doctora en Filosofía por la universidad de California. Cobra 64.419 dólares (57.700 euros) al año . En su perfil en la red social Twitter, Muria (@MMT80540254) ha criticado ampliamente al ministro español de exteriores, Josep Borrell , y hasta ha llegado a publicar que los grupos que apoyan «la unidad de España» son «nazis», junto a una foto de unos manifestantes haciendo el saludo fascista y una bandera preconstitucional.
El otro contratado a dedo por la Generalitat para trabajar al servicio de la diplomacia paralela en EE.UU. es Jamie Preto Hepworth , ciudadano español que cobra 63.609 dólares (57.150 euros) por año por labores de asesoría de comunicación. Previamente, Preto Hepworth estudió en la universidad Pompeu Fabra y antes fue director de desarrollo en la empresa Gestmusic Endemol.
En principio, por ley cada seis meses los lobistas extranjeros en EE.UU. deben presentar un informe de actividades que incluya una relación detallada de las comunicaciones que tienen en persona, por teléfono o por escrito con cargos electos o funcionarios del estado. La última declaración de la delegación catalana, que reflejó una intensa serie de visitas al Capitolio, fue presentada en marzo.
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