Elecciones Andalucía
Rivera reclama el liderazgo para «echar» al PSOE de la Junta y La Moncloa
Ciudadanos presentará su candidatura a presidir la Junta de Andalucía
«El sanchismo sale tocado, pero hay que hundirlo y reconstruir todo lo que se ha cargado»
Ciudadanos fue ayer junto a Vox el gran triunfador de la noche electoral en Andalucía. Ambas formaciones fueron las únicas en crecer electoralmente en las urnas. La formación pasó de 9 a 21 escaños, mejorando las expectativas de las últimas jornadas. Quedar por delante de Adelante Andalucía, la candidatura que engloba a Podemos, es muy importante para Ciudadanos.
Pero el partido claramente ha jugado en estos comicios a lograr superar al PP. Aunque su resultado en las diferentes encuestas se caracterizaban por la alta volatilidad, a la ilusión de superar al PP colaboró el CIS. La encuesta preelectoral de José Félix Tezanos, que otorgaba al partido entre 20 y 22 escaños, exactamente igual que al PP, y tan solo una décima (18,55%) por debajo de los populares. En los últimos días esa expectativa se había enfriado, en gran medida por la incertidumbre generada por la eclosión de Vox . Y el foco se ponía ya en la importancia de «crecer» frente a la tendencia bajista del bipartidismo y concretamente del PP.
El resultado mejoró estas últimas expectativas, lo que animó a Rivera a proclamar que intentarán ser ellos los que lideren el cambio: «Presentaremos nuestra candidatura a la presidencia, vamos a gobernar y a echar al PSOE de la Junta» , dejó claro Rivera.
En el partido gusta la idea de una fórmula de gobierno con PP y PSOE, pero siempre excluyendo la posibilidad de que los socialistas sigan al frente del Gobierno. Y es que contar con los apoyos de Vox no es algo que agrade especialmente en Ciudadanos. Por eso Rivera recordó ayer que Cs que él al PP y al PSOE en varios lugares y «ahora nos van a tener que apoyar». Juan Marín reclamó que el cambio lo tiene que liderar «un partido que crece», en detrimento del PP como fuerza más votada.
Advertencia a Sánchez
El presidente de Ciudadanos vinculó el resultado con la política nacional y presentó los resultados como un castigo a Pedro Sánchez. Rivera se refirió «al revés que ha sufrido Pedro Sánchez», que planteó como consecuencia a «gobernar con Torra o poner la economía en manos de Pablo Iglesias» , algo que «no sale gratis, y los andaluces han tomado nota».
Rivera pronosticó que «cuando Sánchez deje de esconderse y convoque elecciones, también les ganaremos en las urnas y lideraremos un gobierno constitucionalista», volviendo a reclamar ese adelanto electoral: «Cs es el partido que logran los cambios. Y cada vez que se abren las urnas, crecemos. El sanchismo sale tocado, pero hay que hundirlo . Y reconstruiremos todo lo que se ha cargado».
En 2015 Ciudadanos decidió muy poco tiempo antes de los comicios presentarse a las elecciones andaluzas. Sin apenas estructura y con un cartel electoral carente de tirón popular el partido aprovechó el viento de cola de la pujanza de Albert Rivera y entró en el parlamento andaluz con 369.896 votos, que representaban un 9,28% de los sufragios y 9 parlamentarios.
A fuego lento
El interés de Rivera por compensar sus pactos con el PP llevó a Ciudadanos a adoptar la excepcionalidad andaluza de apoyar al PSOE en la investidura y convertirse en su socio de legislatura. En el partido reivindican que dado que han mejorado su resultado respecto a hace cuatro años no se puede decir que este pacto les haya penalizado. Pero lo cierto es que gran parte de la campaña se la han pasado justificando la gestión de estos últimos años, de la que forzosamente son responsables por haber pactado presupuestos con los socialistas. Su campaña se ha caracterizado por duros ataques al PSOE , y por un intento de asociar la imagen de Susana Díaz a la de Pedro Sánchez y sus pactos con los independentistas catalanes.
En estos casi cuatro años Andalucía se ha convertido junto con la Comunidad de Madrid en uno de los principales bastiones del partido en cuanto a militancia. Inicialmente Sevilla y Málaga fueron, siguen siendo, sus principales plazas, aunque su presencia alcanzó rápido a las capitales de provincia y las ciudades por encima de 20.000 habitantes.
Pese a la mejora de resultados la figura de Juan Marín siempre ha sido cuestionada como cartel electoral. Su continuidad como portavoz y como futuro candidato no estaba garantizada, pero estos resultados salvan su imagen. En Ciudadanos el cargo de portavoz autonómico depende exclusivamente de la dirección nacional.
La figura de Marín ha tenido que ser permanente reforzada por Albert Rivera y por Inés Arrimadas. La portavoz nacional y líder del partido en Cataluña ha actuado prácticamente de co-candidata, dando así todavía más relevancia a la dimensión nacional que Ciudadanos ha querido dar a la campaña. Unos mensajes fuerza en los que han faltado medidas y propuestas concretas en clave regional andaluza. Pero no solo se ha tenido que reforzar a Marín con Rivera y Arrimadas, sino que se ha dado mucha relevancia al candidato por Málaga, el exseleccionador español de baloncesto Javier Imbroda. Una figura a seguir en el futuro del partido ya que los altos mandos del partido están muy satisfechos con su rendimiento.
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