Elecciones 2016
El arte de vender la misma política, a la misma gente y en menos tiempo
El marketing político será fundamental en las elecciones del 26J, cuando los partidos repetirán programas y candidatos
Según los expertos, será una campaña más personalista, más barata y marcada por las nuevas técnicas para captar votos
Como todo, el marketing político tiene una definición académica y otra que se entiende. Cuando quedan menos de dos meses para que los españoles volvamos —obligados— a las urnas, los partidos tienen que convencer otra vez al electorado y en este punto entra en juego el marketing político, un concepto teórico que se resume en una palabra: conectar .
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«Más que nada es eso, conectar y que el votante entienda tus ideas», sostiene Carmen Galbete, consultora en Redondo y Asociados, a quien completa Jesús Gutiérrez Villalta, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M): «Yo suelo decir que se trata de diferenciarse y conseguir emocionar ». Y precisamente la emoción puede ser un buen punto de partida para que los Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera y compañía vuelvan a ganarse la confianza de unos electores que ya conocen sus programas y a los que tienen que enamorar, pero en menos tiempo que en anteriores comicios
«No es descartable que Rajoy participe en un debate a cuatro»
Sobre el papel, ninguno de los cuatro grandes partidos hará variaciones programáticas significativas de cara al 26J, un detalle que responde al principio de coherencia. Como señala Galbete, « inventarse medidas a mes y medio de las elecciones » podría ser algo que los electores podrían no entender. «¿Por qué no las incluyeron en el programa para el 20D?», se preguntarían algunos votantes, interpreta la experta.
De igual modo, tampoco cambiarán las caras, aunque es posible que sí varíen las actitudes de los cabezas de lista para hacer más atractiva cada propuesta política. «Ante la falta de nuevas ideas y nuevos programas se avecina una campaña cuerpo a cuerpo en la que las personas van a ser mucho más importantes», vaticina Galbete, quien apunta, incluso, hacia una reaparición 'de campanillas' en los estudios de televisión: «No es descartable que Rajoy participe en un debate a cuatro ». De hecho, el líder popular podría ser el más beneficiado. «Quién sabe, al tener las expectativas tan bajas, cualquier cosa que haga mejoraría su imagen», comenta Galbete.
Técnicas de campaña
«Hay tal déficit de mensaje que su hueco lo van a llenar las técnicas de campaña», indica Villalta, quien también estima que podríamos estar ante unas semanas de política al «estilo Gerard Piqué». «Va a ser una campaña de nuevos canales, vídeos, mensajería instantánea y redes sociales», pronostica el politólogo, quien advierte de que Whatsapp, Telegram, Periscope y los medios de comunicación de masas van a jugar un papel decisivo a la hora de captar votos.
«Vamos a tener una campaña política al estilo Gerard Piqué»
«La televisión —que permite llegar a grandes masas sin gastar dinero— va a ser la estrella», adelanta el experto, quien considera, además, que los partidos políticos van a hilar muy fino en estas nuevas elecciones a la hora de apuntar hacia los territorios en los que podrían sacar algún diputado más de los obtenidos el 20D.
Entrará en liza la famosa aritmética política, con la que PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos intentarán optimizar sus resultados. Los grandes partidos estarán muy pendientes de intentar sacar esos diputados que se escaparon por un puñado de votos el 20D y que en estos comicios podrían marcar la diferencia para poder llegar al Gobierno pactando después.
Sin embargo, tampoco podrán olvidar a los votantes de casa, los de siempre, a los que en esta ocasión podría acechar la abstención . «No es que el votante con carnet se te vaya a ir, pero es posible que se te quede en casa«, advierte Galbete, a quien completa Jesús Mostaza, politólogo y director de Operaciones de Sigma Dos: «Uno de los elementos importantes va a ser movilizar a la gente que ya te ha votado, ahí se van a decidir elecciones».
Ahorro relativo
Otro de los aspectos fundamentales que abraza el marketing político, además de transmitir tus ideas, es la elaboración de una campaña sólida y eficaz. Hace poco más de una semana, Felipe VI instó a los líderes de los partidos a bajar el listón de gasto el 26J, una llamada que a nivel ético parece muy adecuada pero que, en la práctica, no es tan fácil.
«Es prudente que hagan el ejercicio de contención de gasto, pero ni antes tenían el dinero ilimitado ni ahora son unos manirrotos», argumenta Mostaza, quien ve con buenos ojos el envío conjunto de la propaganda para reducir coste en este nuevo proceso electoral. «Es una buena salida y ahorraría mucho dinero», subraya el experto, quien recuerda que hoy en día «no parece razonable» que cada partido envíe su propaganda por separado: «Se va mucho dinero».
«Da igual cuanto cueste la campaña si al final se ponen de acuerdo»
Según Galbete, quien en clave de ahorro también vaticina una campaña con pocos mítines multitudinarios, el buzoneo tradicional no sirve para mucho. «No conquista a nadie», afirma rotunda la consultora. Villalta, por su parte, resalta que la democracia, como cualquier otra partida, también tiene sus gastos. «La variable económica no es la variable importante, no importa lo que cueste », insiste el politólogo, quien estaría dispuesto a que esta campaña costara más dinero que la pasada «siempre que se terminaran poniendo de acuerdo para formar Gobierno».
Está por ver si al final la campaña es barata o si lo barato termina saliendo caro y nos plantamos en unas terceras elecciones. De momento ha habido «suerte» y por el precio de un Gobierno vamos a tener dos elecciones con sus dos campañas, sus dos precampañas, sus dos jornadas de reflexión, sus dos debates de investidura, sus dos...