El drama de las organizaciones sociales que no cobran: «Tenemos un ERE sobre la mesa»
Antonio Martínez, presidente de la Federación de Personas Sordas de Cataluña, atiende a ABC para explicar cómo afecta en su entidad no haber recibido aún la subvención de la Generalitat
Hay cosas en la vida mucho más importantes que el dinero. Y en la Federación de Personas Sordas de Cataluña (Fesoca) lo saben bien. Llevan meses sin cobrar pero siguen acudiendo al trabajo para cumplir con su responsabilidad con aquellos que les necesitan. Aunque el lunes, hartos, dijeron basta. Necesitan 450.000 euros de varias subvenciones de la Generalitat que no llegan y han decidido, en algo parecido a una huelga , reducir sus servicios -principalmente como intérpretes- para protestar por los retrasos en los pagos.
¿Les han pagado la subvención?
Desde el mes de enero de este año hasta ahora mismo no nos han pagado ni un euro.
¿Cuánto ha influido el «procés» en este problema?
En cuestiones políticas no voy a entrar pero exijo que la Generalitat nos pague lo que nos debe. Este es un problema que viene de atrás, porque el sistema de pagos no es eficaz, pero la situación actual lo agrava todavía más.
¿Y cuál es su situación?
Nosotros tenemos sobre la mesa una propuesta de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que a medida de lo que vaya pasando estas semanas ya veremos qué consecuencias tiene. Yo no quiero llegar a esta situación, pero si hay que cerrar, tendremos que cerrar. Llevamos 40 años ofreciendo estos servicios y menos mal que los afiliados y la Confederación Estatal Personas Sordas están al tanto de la situación y nos están ayudando.
¿Qué importancia tiene recibir esta ayuda pública?
Es verdad que otras entidades sí que tienen otros ingresos para financiarse, como por ejemplo las loterías o programas especial, pero en nuestro caso, el 80 por ciento del presupuesto depende de subvenciones de la Generalitat de Cataluña.
¿A cuántas personas atienden?
El año pasado cubrimos unos 5.000 servicios y hubo otros muchos que tuvimos que denegar porque no damos abasto. Somos 25 trabajadores pero disponemos de diez intérpretes para atender a 28.000 personas sordas.
¿Qué va a pasar ahora?
Sinceramente no tengo ni idea. Hasta ahora, a lo largo de estos años nos han dicho de todo. Que nos faltaba una cosa, que nos faltaba otra cosa... Y cuando no es un Gobierno es otro. Ya no nos creemos nada y la situación es muy grave.
Noticias relacionadas