La disposición de Bárcenas a colaborar afectará a tres causas judiciales que salpican al PP
El extesorero del PP pedirá declarar en Púnica y en 'papeles' y podría ampliar su declaración sobre la sede
El extesorero del PP Luis Bárcenas ha cambiado de abogado y de estrategia judicial y ahora, está dispuesto a relatar lo que se calló en una especie de armisticio con el partido bajo la esperanza de que su mujer, Rosalía Iglesias, se librase de entrar en prisión por los flecos de la trama Gürtel. Este paso puede tener impacto directo en tres causas judiciales: la conocida como «papeles», Púnica y Kitchen, pero también el juicio por las obras de la sede de Génova.
Según ha avanzado El País y ha confirmado ABC en fuentes próximas a Bárcenas, esta intención de «tirar de la manta» tiene que ver directamente con la entrada de Iglesias en prisión, pues como ya declaró ante el juez de la Gürtel, primero; y al de Kitchen, después, en su momento se le hizo saber desde el partido que si guardaba silencio, ella no acabaría entre rejas. Sin embargo, ingresó el pasado mes de noviembre, después de que el Supremo confirmase una pena de 12 años y 11 meses.
No obstante, no sería tanto un giro como retomar la línea que Bárcenas siguió ante la justicia cuando se destapó el escándalo: Aportó documentación y comenzó dando explicaciones. En su siguiente declaración en la Audiencia Nacional empezó a introducir matices y al final, dejó de colaborar. Acabó incluso retirándose como acusación en el juicio contra el PP por la destrucción de los discos duros del ordenador que él manejaba en Génova, en una suerte de armisticio, según comentan fuentes de su entorno.
Ahora, de acuerdo a las mismas fuentes, "no tiene nada que perder", como tampoco Rosalía Iglesias, pues ambos cuentan ya con sentencia firme del Supremo. Para el extesorero, la línea roja siempre ha sido su mujer, pero cabe tener en cuenta además el suma y sigue que han supuesto los hallazgos en la investigación sobre la operación Kitchen, una trama para intentar sustraerle documentación comprometedora para el PP y sus dirigentes.
Púnica, 'Papeles', la sede
En esta pieza separada del caso Villarejo, donde mantiene la representación legal que venía ostentando, Bárcenas consta como testigo y acusación. En su última comparecencia volvió a sacar a colación, aunque ahora con nombre y apellidos, los posibles vínculos del PP con esa maniobra que de acuerdo a la investigación, habría tenido su centro nuclear en el Ministerio del Interior de 2013 a 2015.
No obstante, la primera consecuencia directa de esta actitud de colaboración con la justicia podría traducirse en sorpresas durante su declaración en el juicio por la reforma de las obras de la sede del PP, que se habrían costeado con una presunta caja B. La vista oral tendrá lugar el próximo 8 de febrero y el propio Bárcenas se sienta en el banquillo de los acusados con una petición de pena de cinco años de cárcel . El partido, por su parte, consta como responsable civil subsidiario.
De acuerdo a las fuentes consultadas, el extesorero pedirá asimismo declarar en Púnica, una macrocausa de corrupción que investiga contratos y adjudicaciones a dedo en diversos ayuntamientos a cambio de dádivas y comisiones y que tiene una rama sobre la presunta financiación irregular del PP de Madrid que presidía Esperanza Aguirre.
De igual manera, tiene intención de prestar declaración en 'Papeles', la última línea de investigación de la trama Gürtel que sigue abierta y que tiene que ver, precisamente, con la contabilidad que él gestionaba. La línea de investigación, de hecho, fue archivada, aunque finalmente se reabrió y ha sufrido un nuevo impulso, cuando a la luz de los hallazgos de Kitchen, el juez ha encontrado refrendo a las sospechas sobre algunas relaciones entre anotaciones de ingresos y adjudicación de contratos.
Cabe destacar que su nuevo letrado es Gustavo Galán, que defiende a implicados en Gürtel que han mantenido una línea de colaboración con la Justicia, como Isabel Jordán; que administraba empresas del cabecilla de la trama Francisco Correa, el exalcalde de Boadilla del Monte, Arturo González Panero; y del de Majadahonda Guillermo Ortega. Todos, de un modo u otro, han tratado de tirar de la manta, tanto en Gürtel como en la Púnica.