Robles se suma a los «sanchistas» y avisa de que no hay razones para cambiar el «no» a Rajoy
Barreda y Císcar defienden la abstención en la reunión del grupo parlamentario con el presidente de la gestora
Javier Fernández reconoce el «riesgo» de enfrentamiento y pide responsabilidad a los diputados socialistas
Pedro Sánchez no acude a la reunión
Si alguien albergaba alguna esperanza de que la guerra en el seno socialista había acabado se equivocaba. La dimisión del ex secretario general y el nombramiento de una gestora no resuelven el principal motivo de la guerra: la posición ante la gobernabilidad de España.
Un enfrentamiento que, vestido por ahora de debate, amenaza con fracturar en dos el hasta ahora cohesionado grupo parlamentario. Como ya adelantó este martes ABC , los diputados sanchistas están decididos a luchar por mantener el «no» a Mariano Rajoy en un posible nuevo debate de investidura, pese a la posición de la gestora que se inclina hacia la abstención.
Y la ex magistrada y portavoz de Justicia del PSOE, Margarita Robles , se ha unido a ellos dejando muy claro esta mañana que no ve «ninguna razón» para cambiar ese «no» por una abstención.
Antes de entrar en la reunión a la que Javier Fernández ha convocado a todos los diputados socialistas en el Congreso, un encuentro al que no asiste Pedro Sánchez, Robles ha hecho hincapié en que el «no» a Rajoy fue debatido y decidido dos veces en el comité federal del PSOE y que solo «razones de peso» pueden justificar su cambio. Y a su juicio, estos argumentos hoy por hoy no existen.
Es más, la exmagistrada ha querido deliberadamente dar a conocer su postura. La prensa estaba apostada ante la puerta principal de la Sala Constitucional, donde se iba a celebrar la reunión del grupo parlamentario y la gestora, y ante la nube de cámaras el equipo de comunicación le ha recomendado que entrara por la entrada contigua, más depejada. Robles ha ido hacia allí pero cuando se ha encontrado que en este acceso no había periodistas, se ha dado la vuelta y ha regresado a la entrada principal para revelar su posición a los informadores.
Junto a ella acudía a la cita María González Veracruz , que ha hecho con Robles ese doble recorrido para subrayar ante la prensa que espera que la gestora ofrezca explicaciones después de «tantas deslealtades».
Ferviente defensora de Sánchez, ha coincidido con Robles en que no existen razones que justifiquen un cambio tan trascendente de postura y que si aún así la gestora decide modificar la posición del partido, deberá someterlo a la militancia.
En el interior de la reunión, en cambio, José María Barreda, ex presidente de Castilla-La Mancha ha intervenido en favor de la abstención y a esta posición se ha sumado Ciprià Císcar, exsecretario de Organización del PSOE, dejando así patente que la división ha llegado también al grupo parlamentario.
Fernández, el gran protagonista de la cita, ha sido el último en llegar a la reunión y antes de entrar ha desvelado el propósito de la misma: «Vengo a hablar con los diputados del partido. A transmitirles serenidad y a pedirles responsabilidad».
Respecto a cuándo adoptará la decisión sobre qué postura mantendrá en un nuevo posible debate de investidura de Mariano Rajoy , ha explicado que no puede decir fecha «porque yo mismo no lo sé» pero ha apuntado a que será «pronto» ya que el tiempo apremia aunque primero «conviene que este magma en el que nos hemos convertido, enfriarlo».
En esta línea ha reconocido sentirse inquieto por la división existente en el partido y ha reconocido el «riesgo» de que la magnitud de la brecha abierta impida que se produzca un acercamiento que permita cerrar las heridas. «Me preocupa la división en el partido y eso es lo que tengo que evitar, que haya un antagonismo y un enfrentamiento. Es un riesgo que puede afectar al partido en las bases y, por supuesto, también a los dirigentes y a las elites», ha admitido.
A pesar de su preocupación por la división que hay en el partido, agravada por la dimisión de Sánchez, Fernández ha confiado en que el ambiente se vaya calmando.
«No creo, espero, y por eso también hablo de la responsabilidad de todos y de la mía antes que ninguna otra, que pueda producirse una escisión de esa naturaleza en el Congreso», ha manifestado.
El presidente de la gestora ha reiterado que su primer objetivo es «apaciguar la organización y eso necesita diálogo» antes se considerar «esencial que se mantenga la normalidad en las instituciones en las que estamos representados los socialistas y por supuesto en primer lugar en las Cortes Generales».
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