Diomid, el niño que huyó de la guerra para seguir luchando contra el cáncer
Diomid sonríe cuando le preguntan si le gusta su nuevo hogar y más bien le encanta. Se divierte...
Diomid sonríe cuando le preguntan si le gusta su nuevo hogar y más bien le encanta. Se divierte con los nuevos juguetes, bailando, chocando las manos con su madre Katarina. Nada que ver con el horror que han dejado en Kiev. Nos cuentan que desde la primera bomba se refugiaron en el sótano del hospital. Pero a los seis días, la situación ya crítica, fue a peor. Sin medicamentos ni analíticas la salud del pequeño empeoraba y al no poder seguir el tratamiento tuvieron que salir de Ucrania. Se subieron al autobús de una ONG y después al avión del Ministerio de Defensa español hasta llegar al Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El pequeño padece una inmunodeficiencia combinada severa y ha recibido un trasplante de médula hace seis meses. Así que ahora le toca recuperarse poco a poco. Si hay que enfadarse, se enfada, pero lo que más le gusta es jugar al escondite lejos de la guerra. Intentando recuperar su vida anterior y su sonrisa.