Dimite la secretaria federal de Convergencia de IU por el «error histórico» de no concurrir con Podemos
Lara Hernández deja la formación al estar en desacuerdo con la estrategia electoral y con la política de confluencias
La hasta ahora secretaria federal de Convergencia de IU, Lara Hernández , anunció el martes que el pasado 19 de diciembre, un día antes de las elecciones generales , dimitió de todas sus responsabilidades políticas en la formación, por estar en desacuerdo con la estrategia electoral y con la política de confluencias.
En una carta publicada en «Cuarto Poder», Hernández opina que IU no tuvo una verdadera política de unidad y que ha «desaprovechado las posibilidades de unas confluencias con Podemos y otras fuerzas rupturistas », sobre todo teniendo en cuenta que esa confluencia sí fue posible en Galicia y Cataluña y, en parte, en la Comunidad Valenciana.
A su juicio, los resultados de esas candidaturas de confluencia —primera fuerza en Cataluña y segunda en Galicia— son «tan incontestables que cualquier debate sobre el camino a seguir a la hora de pensar en las convergencias queda resuelto».
«Los casos de Galicia y Cataluña deberían haber sido utilizados en IU como un instrumento positivo, de manera que, si bien a nivel estatal no fue posible un acuerdo, tendría que haberse resaltado que en los lugares en los que sí fue viable era evidente que se había avanzado», ha argumentado.
A su juicio, en las elecciones del 20 de diciembre lo destacable es el avance de Podemos , que «se muestra como alternativa democrática del país», ha demostrado capacidad de alianzas y de «vertebrar un nuevo proyecto de país en un sentido federal» y ha logrado «erosionar el bipartidismo».
Además, avisa de que, una vez pasadas las elecciones «hay más puentes caídos que antes y eso no es positivo para IU», porque «el territorio del cambio ya está definido y si la formación no quiere formar parte de él, cometerá un error histórico ».
Hernández, que explica que no desveló su decisión en su momento para no dañar la campaña de IU, considera que el 20-D es el inicio de una etapa política «radicalmente nueva» para las luchas sociales y la búsqueda de un nuevo proyecto de país y que «quien no se adapte con urgencia a esta nueva etapa formará parte irremediablemente del pasado».
A su juicio, «IU sembró este porvenir pero no ha sido capaz de recoger sus frutos», por «combates políticos fundamentales que se libraron mal y errores decisivos que han ocasionado que no pueda formar hoy parte de la ola de cambio o, en todo caso, que lo haga de modo subalterno».
«La realidad podría haber sido distinta. Los resultados que ha obtenido IU son sencillamente malos. La organización no ha sabido adecuarse política y organizativamente a la nueva fase social y cultural que inició el 15-M en este país, del mismo modo que no entendió lo que significó el fenómeno Podemos», prosigue la exdirigente, añadiendo que eso llevó a IU a «equivocarse de estrategia electoral».
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