Los diez «días negros» de Pablo Iglesias

Las crisis en seis comunidades, la oleada de dimisiones por enfrentamientos internos y la bajada en las encuestas hacen que Podemos viva su peor momento

Errejón junto a Iglesias en el Congreso ÁNGEL DE ANTONIO

NIEVES MIRA

Pablo Iglesias vive los peores momentos desde que su partido irrumpiera hace apenas dos años en el panorama político nacional. La caída en la estimación de voto en las encuestas y la incertidumbre respecto al rumbo que debe tomar la formación morada para formar Gobierno se unen al enfrentamiento interno que está revolviendo a la organización . La crisis interna, con epicentro en la sección del partido en Madrid y potenciada por la de otras cinco comunidades, ha llegado este martes a nivel nacional con la destitución de Sergio Pascual , el hasta ahora secretario de Organización del partido.

El primer episodio y que abrió camino al resto se produjo hace apenas diez días, el 7 de marzo, cuando Emilio Delgado , secretario de organización del Consejo Autonómico de Podemos Madrid y diputado en la Asamblea de Madrid, dimitió de su cargo en el partido denunciando «la ausencia de dirección política» y la descoordinación del partido a nivel regional. Delgado formó parte de la lista «oficial», la apoyada por Iglesias en las primarias, la de Luis Alegre. En la carta de dimisión publicada en su blog , informaba de algunos de los motivos que le llevaron a tomar esta decisión, entre ellos, que Alegre haya «desaparecido de la vida de nuestra organización política, no haya sido capaz de convocar una sola vez, por sí mismo, a todos los Secretarios Generales Municipales de la Comunidad» o « no estuviese a la altura del nivel de exigencia de la última campaña electoral».

Pero la verdadera crisis vendría dos días más tarde, cuando dimitieron en bloque nueve consejeros ciudadanos del partido en Madrid , partidarios, en un principio, de las tesis más moderadas, las de Íñigo Errejón frente a las de Pablo Iglesias. Sin embargo, en un escrito firmado conjuntamente, aseguraban que su dimisión se produce por «la deriva de los últimos meses» y negaban que tenga relación alguna con «supuestas divisiones ficticias» estatales. Estas dimisiones casi forzaban la designación de una gestora que se encargara de la deriva del partido, aunque la dirección estatal no ha anunciado ninguna medida al respecto. Según los estatutos de Podemos, los órganos directivos decaerían automáticamente si dimitiesen la mitad más uno de los miembros (17).

Iglesias valoró el martes que estas dimisiones se produjeron « en el peor momento posible », poniendo «en bandeja» que se alimenten los rumores sobre el funcionamiento y organización del partido. «No debemos volver a cometer errores como este y deberán asumirse las responsabilidades», añadió.

Enfrentados desde la investidura

Según publicaba ABC, el punto de inflexión en el enfrentamiento Errejón-Iglesias fue el debate de investidura, donde el líder de Podemos descalificó al PSOE añadiendo que es un partido marcado por un pasado «manchado por cal viva» . «La discusión fue dura y marcó un antes y un después entre las dos facciones en las que se divide la dirección: los afines a Iglesias que quieren romper con el PSOE y los de Errejón, proclives al entendimiento y a flexibilizar las posiciones, a los que se suma también una de las cofundadoras del partido, Carolina Bescansa», publicaba Mayte Alcaraz en este diario .

Iglesias y Errejón, conscientes de que esta crisis llega en el peor momento posible, se reunieron para zanjar polémicas y plantear una estrategia de cara a los próximos días. Juntos, dirían públicamente que no existe ninguna división y que todo es culpa del PSOE que quiere desestabilizar al que es su principal partido opositor. Pero ahora, el cese de Sergio Pascual, próximo también a los planteamientos de Iglesias y que se encargaba del control territorial de Podemos, no hace sino ahondar en la crisis que se expande por hasta seis comunidades autónomas. A la de Madrid hay que sumar las de los últimos meses en Cataluña, País Vasco, La Rioja, Galicia y Cantabria.

Ahora es Iglesias quien asume también el control del aparato territorial , apoyado cada vez más en Luis Alegre y en su jefa de Gabinete, Irene Montero, dejando de lado tanto a Errejón como a Carolina Bescansa, los que eran su núcleo duro hasta hace apenas dos meses tras la celebración de elecciones. En la carta publicada este martes y titulada « Defender la belleza », Iglesias escribe que: «(...) intentan instalar un nuevo relato para debilitarnos, según el cual existiría un Podemos "dócil", dispuesto a rendirse y a facilitar la investidura de un Gobierno PSOE-C's frente a un Podemos "radical". (...) ponen a prueba nuestra madurez y tratan de sembrar cizaña. Por eso es crucial que estemos a la altura y no hagamos el juego a nuestros adversarios ».

«En Podemos no hay ni deberá haber corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos y los recursos; pues eso nos convertiría en aquello que hemos combatido siempre: un partido más», dice a sus partidarios. La guerra continúa abierta mientras.

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