Díaz a Sánchez: «Para gobernar hay que ganar al PP»
La presidenta andaluza le presentó como «mi candidato» pero hablaron igual tiempo y casi le eclipsa
Susana Díaz escenificó ayer el mínimo de unidad con Pedro Sánchez exigible a un PSOE que se la juega en las urnas dentro de 40 días... pero no más.
Ni llegaron juntos a la reunión del Comité Federal que dio el visto bueno a todas las listas a Congreso y Senado -pese a su retraso ella posó ante las cámaras con críticos como el madrileño Antonio Miguel Carmona o Julio Villarrubia , defenestrado por Ferraz como cabeza de lista por Palencia-, ni luego recorrieron a una el paseíllo entre el medio millar de militantes que se habían dado cita en el polideportivo Los Rosales de Móstoles (Madrid).
Solo coincidieron segundos en la primera fila VIP, se besaron para la foto, y ya sobre el escenario, en el que estuvieron prácticamente el mismo tiempo: 25 minutos la presidenta andaluza por 28 Sánchez -incluidas pausas para los «¡presidente, presidente!», besos y abrazos-.
Nada que ver la prolija intervención de Díaz con aquella brevedad del asturiano Javier Fernández en la presentación del año pasado; lo cual dejó la sensación de que ayer acudió a presentarle como él le había pedido, sí, pero también a vender su libro sucesorio ; ese que los críticos con el líder socialista esperan comprarle a Díaz el 26 de junio si Pedro Sánchez fracasa.
Puig, Vara, Page, Madina... ausentes
Alguno de estos últimos, como el presidente valenciano, Ximo Puig o el exrival de Sánchez en las primarias de 2014, Eduardo Madina , no se molestaron en acercarse ayer a Móstoles. Tampoco estuvo el extremeño Guillermo Fernández Vara , en el ojo del huracán por haber reabierto el lunes pasado el debate del liderazgo en el PSOE, ni el castellano-manchego, Emiliano García-Page , que tenía algo más importante que gestionar: el incendio de neumáticos en Seseña.
Así, solo con ella, el asturiano Javier Fernández , y el aragonés Javier Lambán , de estrellas del convite, Susana Díaz desplegó toda su oratoria para dejar una muy clara advertencia: «para gobernar hay que ganar al PP» .
Dicho de otra manera: no vamos a tolerar que si el 26-J el PSOE saca los mismos escaños que el 20-D (90) vuelvas a negociar con Podemos-IU; justo el plan que maneja la Dirección Federal ante unos sondeos que pronostican, todos, otra victoria de Mariano Rajoy .
Sánchez aspira en ese caso a que el PSOE no baje y Podemos-IU crezca hasta 80 para sumar ambos con el PNV (6) mayoría absoluta (176) . Ayer no lo dijo en el mitin, pero en una entrevista con El Periódico sí lo dejaba claro: «Nunca vetaré a ninguna fuerza del cambio. El 26-J, si hay opciones, volveré a tender la mano a Podemos-IU».
A la presidenta de la Junta de Andalucía eso le parece salir a perder las elecciones y ayer aprovechó el ofrecimiento de Sánchez para recordárselo: «¿Quién ha dicho que el PSOE está débil?» , preguntó.
Los socialistas no se conforman con «la medalla de plata» porque salen a ganar «¡siempre, siempre!» , gritaba entre aplausos. En su, por momentos, entusiasta intervención, aplaudida por la esposa de Sánchez, Begoña Gómez , Susana Díaz insistió en que el PSOE es un partido «con vocación mayoritaria», que está en el «tuétano de la gente», y que «no sabe otra cosa que salir a ganar» al PP .
Toque a Ciudadanos
El candidato socialista optó por no darse por enterado de los mensajes de la representante de un sector crítico que amenaza con desalojarle la misma noche electoral si el resultado es muy malo. Pidió incluso «un aplauso para esta magnífica presidenta de la Junta de Andalucía» y luego fue directo al grano, al mensaje «en positivo» que quiere transmitir en esta campaña y «no pensando en lo que pudo ser y no fue» tras el 20-D.
En su discurso no hubo muchos más ataques al PP que los habituales, pero sí sorprendió que reprochara a Albert Rivera haber llegado a la política desde el «No nos resignamos» para acabar proponiendo un candidato a la Presidencia del Gobierno independiente «no votado por los españoles.
Por eso, también reprochó a la «nueva política» de Podemos que hable todo el rato de «siglas y sillones»: «En esta campaña vamos a dejar que otros hablen de siglas y sillones y nosotros vamos a construir país» ; e ironizó: «creí que la nueva política era dejar de hablar del ‘y tú más». El líder socialista estaba arropado por la número dos de la candidatura por Madrid, la magistrada Margarita Robles , que se sentó en el escenario junto con otros candidatos como Antonio Hernando o Rafael Simancas .
Pedro Sánchez se mostró convencido de que incluso los votantes del PP pasarán factura a Rajoy por no haberse presentado a la investidura y dijo que los españoles saben «quien puso en marcha el reloj de la democracia». «El PSOE es el partido del cambio» y el 26 de junio se va a demostrar, dijo .