Detenido un hombre por la muerte de una niña de 14 años en un piso de Oviedo
El presunto agresor es vecino de la víctima
Un individuo de 32 años fue detenido este martes por la Policía por la muerte violenta de una niña de 14 en su piso de Oviedo. El sospechoso, según las primeras informaciones, no tiene relación alguna con la víctima, que vivía en una de las plantas superiores con su padre y su hermano a la de la vivienda en la que encontró la muerte. El juez de guardia decretó de inmediato el secreto de sumario, por lo que los datos sobre este caso trascendieron con cuentagotas.
El crimen se descubrió a primeras horas de la tarde. Poco antes de las cuatro algunos vecinos del número 69 de la calle de Vázquez de Mella, en el barrio de Vallobín, descubrieron un reguero de sangre en las escaleras del inmueble que desembocaba en uno de los pisos de la primera planta. Solo tres por encima residía la menor con su padre y su hermano.
Los vecinos, alarmados, decidieron avisar al 112 y solo unos minutos después llegaban las primeras dotaciones policiales al lugar de los hechos. Nada más entrar en el piso del sospechoso, al que tuvieron que acceder a través de una de las ventanas –según algunas informaciones el inquilino se había atrincherado dentro–, los agentes encontraron el cadáver de la menor, que había recibido varias puñaladas mortales, y también a su inquilino, que igualmente presentaba heridas de arma blanca.
Traslado al hospital
Los agentes le detuvieron de inmediato y lo trasladaron al Hospital Universitario Central de Asturias para que fuera atendido de sus heridas. Pocos minutos antes de las siete de la tarde entró en quirófano para ser sometido a una intervención quirúrgica, sin que al cierre de esta edición se conozca su estado. Sí se sabe que una patrulla de la Policía Nacional custodia la habitación en la que permanece ingresado.
Paralelamente en el piso de la víctima se producía una situación dramática. El padre de la menor había pedido al hermano de la chiquilla asesinada que bajara a la calle ante la tardanza de la niña, que no llegaba a casa a comer. Cuando llegó al primer piso vio las manchas de sangre que salían del domicilio del individuo detenido. Para entonces la tragedia ya se había consumado.
El presunto agresor, moldavo de 32 años, llevaba apenas veinte días en el edificio, y a priori no le unía ninguna relación con la adolescente. La conmoción era absoluta entre los vecinos y los allegados a la víctima. Todos coincidían en destacar que era una adolescente maravillosa. «Era un ángel. Una niña muy buena y tranquila», explicaba ya entrada la tarde Gonzalo Valverde, amigo de la familia de Erika. «No entiendo cómo pasan estas cosas».
El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, condenó la muerte de la menor. «Un día terrible para Asturias», afirmó. En un mensaje en una red social Barbón calificó de «tragedia terrible» el suceso y añadió que se trata de «algo para lo que no hay ni palabras ni consuelo».
Este caso recuerda al de la pequeña Laia en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Una joven de 13 años que en 2018 fue asesinada por su vecino, Juan Francisco López Ortiz, que el verano pasado fue condenado a prisión permanente revisable. Laia se despidió de sus abuelos en el segundo piso del número. Su padre la esperaba en la calle tras salir del trabajo. Pero en las escaleras se cruzó con Juan Francisco López Ortiz, que le acechaba en el primer piso. Metió a la niña a empujones; le tapó la boca para acallar sus gritos y le pasó una correa de perro por el cuello y la asesinó.
.