En libertad el magistrado del Tribunal Constitucional acusado de violencia de género
La juez no impone medidas cautelares en ausencia de denuncia contra Fernando Valdés
El magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés ha quedado en libertad sin medidas cautelares y en espera de resolución tras ser detenido en la madrugada de ayer por una acusación de violencia de género.
Según informaron a ABC en fuentes cercanas al caso, la detención se produjo tras la llamada de unos jóvenes que se encontraban en las inmediaciones de la vivienda del magistrado, en la localidad madrileña de Majadahonda. Alertaron a la Guardia Civil de un posible caso de violencia machista habida cuenta de la discusión en elevado tono de voz que el matrimonio mantenía al aire libre, en su terraza, y los agentes obraron siguiendo el protocolo previsto en asuntos de esta naturaleza.
Fuentes de su entorno explican a ABC que no se ha formulado ningún tipo de denuncia contra Valdés, más allá del aviso que unos jóvenes que se encontraban en las inmediaciones dieron a la Guardia Civil y que obró en consecuencia. Tanto él como su esposa niegan se produjese ningún incidente violento entre ambos, sino una discusión que mantenían al aire libre y que pudieron escuchar quienes se encontraban en un parque frente a la vivienda. No obstante, fuentes no oficiales indican que ella sí presentaba una herida en una mano, lo que motivó la actuación de los agentes, y que daba gritos en la terraza.
Tras la detención, el magistrado fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil y de allí, al Hospital Puerta de Hierro , donde pasó la noche porque padece una enfermedad y presentaba dificultad respiratoria. De acuerdo a las fuentes consultadas, no hizo alarde de su condición de magistrado ni lo comunicó a los agentes que se personaron en su domicilio.
Ayer fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Majadahonda, especializado en violencia de género, y la juez, atendiendo al criterio de la Fiscalía le puso en libertad con cargos y en espera de resolución. Consideró para ello tanto su edad -75 años-, como su enfermedad crónica, su perfil de riesgo frente al contagio de coronavirus y que su esposa no ha presentado denuncia contra él, de acuerdo con las fuentes consultadas. En un breve auto, que ha sido puesto en conocimieno del Tribunal Supremo , expone esa decisión en espera de dirimir si hay indicios de delito, en cuyo caso elevaría el asunto mediante una exposición razonada dado que Valdés, debido a su cargo, está aforado.
La noticia sorprendió al presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas , de vacaciones en Galicia y sobre la marcha puso rumbo a Madrid para estar al tanto de lo ocurrido. Ya por la tarde, tuvo lugar una reunión entre rumores de que el magistrado podría poner su cargo a disposición de la presidencia, cosa que no ocurrió, según las fuentes consultadas, porque no ha lugar.
En este sentido, inciden en que la mujer no ha formulado denuncia y tanto él como su esposa, que llevan más de 50 años juntos, niegan que se produjese violencia, sólo una discusión subida de tono. Dicen que ambos « están destrozados ».
Las asociaciones mayoritarias de jueces salieron en defensa de la presunción de inocencia de Valdés, quien además es conocido por mantener una postura favorable a la igualdad de género y contraria a la violencia machista en el plano jurídico.
Sin ir más lejos, fue uno de los firmantes de una sentencia notificada el pasado 30 de julio según la cual, los jueces de violencia de género no deben limitarse a «un mero contraste superficial» cuando estudien denuncias por estos delitos, sino acometer una instrucción « suficiente y eficaz » antes de acordar el archivo de una denuncia. El pronunciamiento daba amparo a una mujer cuyo caso se había cerrado sin practicar más diligencias que la testifical de su marido, al que había denunciado por maltrato habitual.
También suscribió un voto particular en 2018 para mostrarse contrario a que los centros de educación diferenciada puedan tener acceso a financiación pública. En su opinión,«la educación segregada por sexo vulnera de manera frontal» la Constitución.
Nacido en Valladolid en 1945, fue designado magistrado del Tribunal Constitucional en 2012 a propuesta del PSOE , por lo que su mandato está pendiente de renovación. Es catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid y Honoris Causa por la de Valladolid.
El único caso de un magistrado del TC que dimite por un ilícito fuera de sus funciones es el de Enrique López , sancionado al dar positivo en un control de alcoholemia con su moto y sin casco.