Las detenciones por saltarse las medidas se elevan ya a casi 500

Cada ventana se convierte en alguien vigilando para que se cumpla el confinamiento. Vecinos con tiempo libre y un móvil en la mano, que nos enseñan cada día ejemplos de irresponsabilidad y estupidez. Como estos dos vecinos de Barcelona jugando al pádel en medio de la calle, o estos paseantes en Baracaldo, Y desde arriba una voz abroncando. Vemos en el País Vasco delincuencia delante de todos. Alguien con un cuchillo intenta entrar en una tienda de alimentación cerrada. Una vecina se lo recrimina y él se encara, armado. Hasta que rompe la puerta y roba varias cosas, bajo la bronca de varios vecinos. Seguimos viendo denuncias y detenciones en las calles. Y gente que sigue sin entender, enfrentándose a los agentes. Un coche multado en Sevilla. Una familia de ocho personas dentro. Un policía a caballo persiguiendo a un ciclista en Madrid. Desalojado bar en Sueca que daba comidas de forma clandestina.  Y Los Mossos han multado a un grupo de jóvenes que viajaban juntos en el metro. Y las monjas de Vergara en Guipúzcoa que veíamos jugar al voleibol, ahora haciendo gimnasia junta. Así no.  Por suerte es un goteo de lo que no hay que hacer. El ejemplo de las calles vacías sigue siendo mayúsculo.