Así se desmontó la moción de censura en Murcia

Tras la conmoción inicial que produjo el miércoles, día 10, la presentación de la moción de censura, los grupos políticos comenzaron a moverse. Para algunos, sobre todo los críticos de Vox , estaba claro que los diputados de Ciudadanos, Isabel Franco y Francisco Álvarez, no la iban a apoyar , aunque la habían firmado.

La incertidumbre, aunque para algunos no tanto, era Valle Miguélez . ¿Qué iba a hacer? La incógnita se despejó el jueves, día 11, por la mañana, en un banco del puerto de Cartagena, mirando al mar y bajo el mástil de una gran bandera de España. Una cita discreta , concertada con conocimiento del Partido Popular por el diputado crítico de Vox, Juan José Liarte , que se encontró a una Valle Miguélez bajo una gran presión, pero firme en sus c onvicciones : «La Región de Murcia no se merece lo que esta gente está intentando hacer por ambición personal». En ese momento, la moción ya había muerto .

ABC desvela el jueves, día 11, por la tarde, en su edición digital, que las dudas de tres diputados de Ciudadanos podían hacer fracasar la moción de censura. La mañana del viernes, día 12, el presidente López Miras anuncia en una rueda de prensa el pacto alcanzado con los tres diputados críticos de Ciudadanos, que entrarán en el Gobierno de la Región, sin informar a los parlamentarios de Vox. Éstos, que hasta ese momento habían sido una pieza importante en el fracaso de la moción, se sintieron menospreciados y se lo tomaron «como un insulto a las personas que nos han votado».

Tras esta comparecencia, Ju an José Molina, portavoz de Ciudadanos, se pone en contacto con Juan José Liarte para sondear a los críticos de Vox, que aceptan i niciar conversaciones . La realidad era que querían ganar tiempo y llamar la atención del PP, que no había calibrado el alcance de no contar con ellos en el pacto con los críticos de Ciudadanos. Los críticos de Vox nunca pensaron apoyar la moción. Tienen una primera conversación la mañana del viernes 12. Ya por la tarde, Liarte se reúne en un bar de carretera con Francisco Álvarez, crítico de Ciudadanos.

Por su parte, Fr ancisco Lucas , diputado del PSOE, se trasladó el sábado 13 por la mañana a casa de Mabel Campuzano, diputada crítica de Vox, con la que mantuvo una reunión de unas tres horas.

El lunes 15 se sucedieron las reuniones en la sede del bufete de abogados Forum de Liarte en Cartagena, en las que participó la mano derecha de Ana Martínez, candidata de Cs a la Presidencia del Gobierno, con el apoyo del PSOE. Esa misma tarde, el PP ya cambia de actitud y le dice a los críticos de Vox que su papel será determinante, pero éstos le piden garantías de cumplimiento de sus propuestas, «no promesas».

En medio de la vorágine de estas reuniones, la Delegación del Gobierno en Murcia decidió poner vigilancia policial en los domicilios de los diputados de Ciudadanos, con la justificación de que «Javier Ortega Smith había participado en un mitin de Vox, pero en realidad era una excusa por si recibían una visita que el partido no aprobaba o alguna cosa».

El día de la votación se acercaba y el PP no tenía cerrado ningún acuerdo con los críticos de Vox, que estiraban la negociación para intentar conseguir algún rédito político . Ciudadanos les hacía saber a esos diputados clave que el reparto de consejerías no iba a ser un problema para el Gobierno con el PSOE, e incluso no pusieron pegas a la reformulación del 'pin parental' . El presidente Fernando López Miras decidió entonces tomar el mando de la negociación en primera persona y entre el martes y el miércoles se reúne en dos ocasiones con Liarte. Desde Génova se pilotaba contra reloj la solución, lo que obligó a intervenir al secretario general del PP, Teodoro García Egea.

En el primer contacto con López Miras los críticos de Vox, que negociaban a dos bandas y así se lo comunicaron a todas las partes, le recriminaron que le ayudaron a parar la moción de censura «sin pedir nada a cambio» y que, por lo menos, tenían que conseguir «algún logro político. Alguna garantía del cumplimiento de nuestros acuerdos, recoger alguno de nuestros planteamientos políticos en alguna cuestión. Le pedimos que se plantearan la posibilidad de nuestra incorporación al Gobierno». Una negociación dura, tan dura, que los críticos de Vox admiten que «para negociar con el Partido Popular uno tiene que ir con mucha paciencia».

La f umata blanca del acuerdo salió a las 14:18 minutos del miércoles 17. Fernando López Miras consigue cerrar un acuerdo definitivo, que en uno de los borradores incluye la C onsejería de Educación para Mabel Campuzano. Momentos antes, el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea , se pone en contacto telefónico con Juan José Liarte y da por hecho el acuerdo. En Génova podían respirar tranquilos, la moción había fracasado definitivamente