Desmadre de fin de curso en Palma
Llegando a El Arenal enseguida no damos cuenta de a lo que han venido estos jóvenes a Palma: a...
Llegando a El Arenal enseguida no damos cuenta de a lo que han venido estos jóvenes a Palma: a darlo todo. Después de un año entero estudiando, un año de esfuerzo y presión, el cuerpo pide desconectar. Y esta refrescante vida postexámenes está llena de planes mezclados con alcohol. Una fiesta de sol a sol que también resucita a los comerciantes, que ven en estos 15.000 estudiantes-consumidores la salvación del mes de junio. Cuando llega la noche se revolucionan aún más las hormonas. Al menos unas pulseras de colores, en los hoteles y las discotecas, controlan a los menores que no pueden beber alcohol. Elemento imprescindible en el botellón en la playa o en las discotecas de Magaluf, donde se dirigen la mayoría. Imaginen el resultado final, pero esa es otra historia y lo que pasa en fin de curso... se queda en fin de curso.-Redacción-