Los desencuentros de Robles y Marlaska, dos juristas que se conocen de antiguo

Los titulares de Defensa e Interior han protagonizado varios conflictos

Los ministros Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, en una imagen de archivo Efe

Mariano Alonso

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La semana que viene se cumplirán cuatro años de la llegada de Pedro Sánchez al poder. Tras derrotar a Mariano Rajoy con una moción de censura, el secretario general del PSOE nombró un primer Consejo de Ministros en el que puso mucho cuidado en prestigiarlo con perfiles independientes, empeño en el que corrió suerte dispar. Al fallido Màxim Huerta en Cultura , que tuvo que dimitir al poco por un asunto fiscal, y al mediático Pedro Duque , el primer astronauta que llegaba a ministro, de Ciencia y Universidades , se sumaron tres juristas de peso: Dolores Delgado , que pronto pasaría, para escándalo de la carrera fiscal, del Ministerio de Justicia a ser fiscal general del Estado, y otros dos en Interior y Defensa , Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles . La segunda ya llevaba tiempo colaborando con Sánchez y era su portavoz parlamentaria, en su vuelta a la política tras ser secretaria de Estado de Interior con Felipe González; el primero llegaba al Ejecutivo precedido de su fama de magistrado implacable contra ETA durante su etapa de juez de instrucción en Bilbao primero y de la Audiencia Nacional después.

Ambos formaron parte en su día del Consejo General del Poder Judicial ( CGPJ ), curiosamente Robles a propuesta del PSOE y Marlaska del PP , formación con la que le unieron buenas relaciones en un tiempo. Robles, además, jalonaba su trayectoria con hitos como haber sido la primera mujer en presidir una Audiencia Provincial, la de Barcelona, y la tercera en llegar al Supremo.

Pero como reza el dicho, la cuña de la misma madera en ocasiones es la peor y estos dos juristas no tardaron en chocar entre ellos. Marlaska llegaba al Ejecutivo para encargarse de un área, Interior, en la que Robles había estado al mando en los años 90. Las líneas tangentes que recorren las Fuerzas Armadas y las de Seguridad han estado detrás de esos conflictos. Durante la pandemia , el despliegue de la operación Balmis con la que el Ejército actuó en los puntos más afectados, como residencias de mayores o los hospitales de campaña, no fueron del agrado de Interior.

Además, en el verano de ese 2020, terminado ya el confinamiento pero aún con medidas restrictivas como los toques de queda o los cierres perimetrales, Interior destituyó fulminantemente al coronel Diego Pérez de los Cobos , jefe de la Comandancia de Madrid. El motivo esgrimido fue que no informó sobre aspectos de una investigación abierta en el seno de la Guardia Civil sobre la responsabilidad del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES), el doctor Fernando Simón , y de la Delegación del Gobierno en Madrid al permitir o incluso alentar manifestaciones, incluido el 8-M con motivo del Día de la Mujer, en los días previos a la declaración por primera vez del estado de alarma para confinar a los ciudadanos. Esa destitución aceleró la salida del teniente general Laurentino Ceña como DAO de la Benemérita.

La tensión entre Interior y Defensa se hizo patente al ausentarse la ministra de la toma de posesión del sustituto de Ceña, el teniente general Pablo Salas . Incluso ya antes, justo al inicio del Gobierno de coalición con Podemos en enero de 2020, otra decisión sobre la Benemérita no sentó nada bien en Defensa, como fue la destitución del director general del cuerpo, Félix Azón .

La UME

Un año después, a principios de 2021, la tormenta Filomena que bloqueó Madrid provocó de nuevo roces entre ambos. Robles decidió desplegar en la capital a la Unidad Militar de Emergencias (UME), como había solicitado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida . Un gesto que irritó al equipo de Marlaska, que se sintió puenteado porque no se tuviese en cuenta a Interior, dado que sus efectivos también realizaron labores para paliar los efectos de unas de las nevadas más grandes que recuerdan los madrileños. Las carreteras quedaron paralizadas y muchísimos vehículos atrapados, en una situación por la que tanto el consistorio madrileño como otros de ciudades de la Comunidad de Madrid solicitaron la declaración de zona catastrófica .

Robles y Marlaska, curiosamente, son los otros dos miembros del Gobierno, además de Sánchez, cuyos móviles fueron infectados en el año 2021 con el sistema Pegasus .

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