La deriva ultra de Pablo Iglesias
El líder de Podemos protagoniza una semana de radicalización sin freno en el Palacio de la Moncloa
1. Derogar la reforma laboral del 2012
La reforma laboral del 2012 de Mariano Rajoy generó tres millones de puestos de trabajo, pero Iglesias defiende su derogación «íntegra» en plena pandemia.
2. El pacto soterrado con EH Bildu
El pacto entre PSOE, Podemos y Bildu nada más aprobarse la quinta prórroga del estado de alarma generó estupor, pero Iglesias defiende su vigencia y blanquea a los batasunos.
3. Libertad de los presos del «procés»
La semana pasada Iglesias prometió «explorar» vías para el indulto a los cabecillas del «procés» y ayer su partido firmó un manifiesto exigiendo la libertad de los «Jordis».
4. Puigdemont, en la Cámara Baja
El «expresident» sigue fugado de la Justicia, pero Iglesias se posicionó con los independentistas y abogó por su intervención telemática en la comisión de reconstrucción.
5. El PP llamando a la insubordinación
Egea aplaudió la dimisión de Laurentino Ceña, contrario a la destitución de Diego Pérez de los Cobos, y eso le sirvió a Iglesias pata acusar al PP de llamar a la insubordinación.
6. Amenazar con escraches
Iglesias olvidó ser el «alma mater» de los escraches en España cuando lo sufrió Ábalos, pero deslizó un aviso: los siguientes podrían ser Abascal o Díaz Ayuso.
7. Nacionalizar la planta de Nissan
Solución«made in Venezuela». En vez de prevenir y procurar que Nissan no abandonase Barcelona, ahora propone su nacionalización para salvar los empleos.
8. Acusar de golpista a Vox
La guinda del pastel: en la comisión para la reconstrucción del Congreso, en la que se supone que se busca un acuerdo nacido del consenso, Iglesias acusó a Vox de desear un golpe de Estado, pero de no «atreverse» a darlo.
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