El debate de la unidad de la derecha gana peso en un Vox crecido socialmente

Estas son las claves que explican cómo llega el partido de Santiago Abascal a una de las citas políticas más importantes del año, en el que la gestión de la pandemia ha cambiado las p rioridades del Ejecutivo y ha convulsionado la sociedad española. Vox aprovecha este descontento para d ebilitar a Casado y promocionar a su candidato en Cataluña, Ignacio Garriga, que compartirá protagonismo con Abascal, al presentar la moción. El presidente de Vox intervendrá para desgranar su programa de Gobierno, al ser el candidato, ya que fracasó a la hora de buscar otra alternativa.

En las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, Vox consiguió el éxito histórico de convertirse en tercera fuerza política y alcanzar los 52 diputados. Tan solo siete meses antes, el 28 de abril, el partido de Abascal había escalado hasta los 24 escaños. La progresión fue espectacular, creciendo en casi un millón de votos, de 2.688.092 y el 10,26% de votos el 28 de abril a 3.640.063 y el 15,09% el 10 de noviembre. Entre una y otra votación, su primer triunfo fue el 2 de diciembre de 2018 cuando en las elecciones andaluzas entró por primera vez en un Parlamento regional, al pasar de 0 a 12 diputados. Esta escalada empezó a frenarse después del pacto de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, apoyado por independentistas y radicales. El centro derecha comprobó que la fractura en tres partidos –PP, Vox y Ciudadanos– le había pasado factura. Esta convicción se reflejó en los distintos sondeos de opinión. Así, en la encuesta de GAD3 para ABC, publicada el 14 de julio, Vox perdía 19 diputados, pasando de 52 escaños a 33. Por el contrario, el PP subía 32 y escalaba hasta los 121. La situación cambiante, como consecuencia de la gestión de la pandemia, ha b eneficiado a Vox, que ha aumentado el nivel de críticas a Sánchez y llega a esta moción de censura con una recuperación en las encuestas. En el último sondeo de ABC del 3 de octubre, Abascal recupera 13 escaños y se sitúa en 46 diputados, frente a 103 del PP.

Aunque el núcleo duro de Vox se niega a abrir en público el debate sobre la unidad del centro derecha, lo cierto es que entre parte de su electorado y en los segundos niveles del partido sé es consciente de que habrá que articular alguna fórmula para confluir en una plataforma de cara a las próximas elecciones generales. Las fuentes de Vox consultadas por ABC así lo admiten, pero la estructura jerarquizada y el férreo control de la dirección que encabeza Santiago Abascal hacen difícil que la sensibilidad de algunos cargo se abra paso y sea considerada por los líderes de esta formación política.

La celebración de elecciones primarias en siete de las 19 provincias de al menos 500 afiliados se ha desarrollado entre acusaciones de irregularidades y hasta siete impugnaciones. Se han celebrado primarias en aquellas provincias donde se presentaron más de un candidato. La lucha ha sido cruenta en territorios como Murcia, inmerso en una grave crisis con la expulsión de tres de los cuatro parlamentarios en la Asamblea regional. La batalla ya está en los tribunales y un juez ha abierto una investigación para esclarecer si, como d enuncian los críticos , accedieron a sus cuentas de correos de la Asamblea y se crearon cuentas falsas, con sus nombres, para desacreditarlos. También alertaron sobre financiación «ilegal». Las irregularidades han obligado a repetir las elecciones en Málaga, Jaen y Alicante, y algunos de estos procesos pueden terminar también ante los tribunales.

El éxito electoral ha tenido como consecuencia la necesidad de renovar las estructuras provinciales –Vox se organiza por provincias , no por regiones–, y cambiar a los dirigentes que trabajaron en los inicios por otros con «mayor dedicación» y que han contribuido al éxito electoral, según la explicación de Vox en su día. Este proceso ha derivado en varias disidencias , que se han organizado en torno a otro partido «TúPatria», una escisisión crítica de Vox. Impulsado por la que fuera secretaria provincial de Vox en Alicante, Carmen Gomis , agrupa ya en sus filas a los expresidentes de la formación de Abascal en León, Jaén, Canarias, Almería, Valladolid y Lérida. Además, ha sumado al que fuera jefe de los servicios jurídicos de Vox en el Parlamento andaluz, que trabajó con Francisco Serrano, y que ha conseguido la imputación de la coordinadora jurídica.

Abascal llega a esta moción de censura con el aliento de los miles de ciudadanos que el 12 de octubre se manifestaron en coche por las calles de las ciudades de España. Los ataques de la izquierda al Rey, la declaración del estado de alarma y el asalto al control de la justicia son argumentos suficientes para que la derecha salga a la calle a hacer patente su protesta. Vox ha sabido capitalizar este malestar y presiona a Pablo Casado para que apoye la moción de censura. En la jornada del 12 de octubre una parte de los manifestantes eran votantes del PP que secundaron la protesta, pero siguen creyendo que el voto popular es el más útil para d esalojar a Sánchez de La Moncloa,