ANÁLISIS
Cupo a cambio de legislatura
El PP no quiere oír hablar de ese Concierto, que solivianta a sus barones, igual que a los socialistas, en las regiones que saldrían perjudicadas
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro , comparece esta tarde en el Congreso para informar de la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado; pocas horas después, los diputados aprobarán, por el trámite de urgencia, el Cupo vasco para el próximo quinquenio. Una coincidencia que no tiene nada de casualidad: Mariano Rajoy necesita el apoyo del PNV para apoyar las cuentas del Estado si quiere evitar elecciones generales el próximo año. Un trueque que sirve para avisar a los independentistas catalanes de que ser fieles a la Constitución tiene premio.
Hacienda y el Gobierno vasco cerraron la negociación del Cupo para el período 2017-2021 , es decir el saldo de lo que recauda este, en su régimen de Concierto, y lo que recibe por las competencias no transferidas, el pasado mes de mayo, cuando el PNV apoyó los Presupuestos de 2017. Lo razonable hubiera sido que esa actitud continuara respecto a los Presupuestos siguientes, pero la crisis catalana hizo que Urkullu rompiera con Madrid por solidaridad con sus compañeros nacionalistas. Ahora parece que el presidente vasco, que habla con frecuencia con Rajoy, está dispuesto a retomar las negociaciones para que los Presupuestos prorrogados se aprueben a primeros del próximo año. De no hacerlo, habría que convocar elecciones generales en 2017. Previsores, en Moncloa ya han debatido si las mejores fechas son junio o septiembre.
La coincidencia también con las elecciones catalanas sirve en bandeja al Gobierno la oportunidad de recordar a los independentistas de esa comunidad que la lealtad al Estado tiene premio y el uso habitual en las últimas décadas del apoyo al Ejecutivo de turno por parte de los nacionalistas siempre les ha resultado beneficioso económicamente. Pese a que Rajoy rechazó de plano la propuesta que le hizo Artur Mas de un Concierto económico para Cataluña en 2012, la idea está dando vueltas ahora por Moncloa. Lo contaba ayer un periódico inglés y lo adelantó hace unos meses el ministro de Economía, Luis de Guindos .
El PP no quiere oír hablar de ese Concierto, que solivianta a sus barones, igual que a los socialistas, en las regiones que saldrían perjudicadas. Ciudadanos se opone frontalmente. Votará en contra del Cupo mañana ( Rivera lo llama «el cuponazo») por ser un sistema insolidario. En el Gobierno desprecian ese argumento. Recuerdan que los naranjas no tienen un solo diputado autonómico en el País Vasco y señalan que quizás desconocen que el primer Concierto fue aprobado por Cánovas en 1876 para mantener a los vascos y navarros contentos de permanecer dentro de España al final de las guerras carlistas.
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