Cuatro municipios de Teruel denuncian tener test para detectar coronavirus pero no les dejan usarlos

Varios ejemplos nos enseñan la descoordinación en el suministro de los test para detectar el COD-19. Mientras hay residencias a los que no les llegan, algunos ayuntamientos los guardan ante la prohibición de poder usarlos. El mensaje de la OMS para contralar la epidemia es bien claro: test. Así podemos aislar a los que contagian y controlar mejor la enfermedad. Sin embargo, desde la FED, la patronal nacional que unifica al sector de la dependencia se queja de que las residencias de ancianos no los llegan los test que necesita.  Como nos confiesa su presidente Ignacio Fernández- Cid,  "las residencias somos los grandes olvidados de esta pandemia. ¿Tan difícil es que nos hagan llegar los test? De hecho, hemos comprado por nuestra cuenta 20.000 test y llevan un mes en la aduana de Barcelona y no nos llegan". También se queja de que el nuevo protocolo del ministerio de sanidad señala que  se debe hacer el test sólo a los residentes que presenten síntomas. Sin embargo, como apunta Ignacio los asintomáticos también pueden contagiar. Si no se les hace test seguiremos estando en riesgo. "vamos a ciegas", concluye. Por otro lado, si nos vamos a zonas rurales nos encontramos con casos que rozan el absurdo. En esta ocasión, cuatro municipios de la cuenca minera de Teruel: Utrillas, Escucha, Palomar de Arroyos y Fuenferrada consiguieron 1.500 test rápidos. Los dispositivos tienen una sensibilidad del 85%. Se lo comunicaron a la Consejería de Sanidad de Aragón pero no quisieron el permiso para usar el ambulatorio del pueblo y hacer las pruebas. Así que el lunes, en Utrillas pagaron a la policlínica privada de la comarca para hacer las pruebas al personal más expuesto (limpieza, cajeras del supermercado, etc). Pero ese mismo lunes, el Ministerio de Sanidad se publicó la "Orden SND/344/2020, de 13 de abril, por la que se establecen medidas excepcionales para el refuerzo del Sistema Nacional de Salud y la contención de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19". Esta tuvo su trasposición en el boletín oficial de Aragón en su "ORDEN SAN/320/2020, de 15 de abril, relativa a la realización de pruebas de diagnóstico para la detección del COVID-19 por medios ajenos al Sistema Público de Salud en la Comunidad Autónoma de Aragón". El resultado es que se prohibieron las pruebas en el pueblo bajo sanción. Finalmente, los test siguen guardados en el despacho del alcalde de Utrillas. Mientras estas pruebas se quedan guardando polvo, pacientes que han superado la cuarentena siguen esperando a que les hagan un test para saber si  pueden o no contagiar. Como confiesa Pablo, cocinero de profesión que ha estado en cuarentena por padecer coronavirus: "A mí me quieren dar el alta pero no me hacen ninguna prueba para saber si tengo o no el virus. ¿Se imaginan que me sale trabajo de cocinero en una residencia? Les expongo a un gran peligro por no haberme hecho la prueba. -Redacción-