El cuadrilátero del Congreso
La reciente imagen en el Congreso de los Diputados con insultos, una expulsión, malos gestos e...
La reciente imagen en el Congreso de los Diputados con insultos, una expulsión, malos gestos e incluso un posible escupitajo ha hecho plantearse sobre si el debate parlamentario se está degerando. La última sesión de control al gobierno acabó con el diputado de ERC, Gabriel Rufian expulsado. Hasta ahora el único con el dudoso honor de ser expulsado del Congreso había sido Martinez Pujalte del PP en 2006. Los improperios en el Congreso y el Senado son más frecuentes de lo que se piensa. Gritos, abucheos e insultos desde la bancada para desestabilizar al orador. Algunos han acabado perdiendo los nervios. Algunos diputados se han hecho populares por hacer uso de la provocación, es el caso de Rafael Hernando, Toni Cantó o el propio Gabriel Rufián. Pero al margen de ellos otros han pasado a la historia por palabras gruesas, el propio Mariano Rajoy espetó a Zapatero que había traicionado a los muertos víctimas de ETA y Pablo Iglesias acusó al ex presidente del gobierno socialista Felipe González de "tener el pasado manchado de cal viva". El Congreso no es ya el que vivió los refinados discursos de Canovas del Castillo o Sagasta. Aunque tampoco es justo culpar a todos. De los 350 diputados apenas destacan una decena por su comportamiento, unos cuantos minutos de gloria de las miles de horas de comparecencias que hay al año.