Cruz se escuda en su prestigio y en que era un manual para no dimitir

La oposición ve «insuficientes» las explicaciones, Cs amaga con pedir su dimisión y Álvarez de Toledo lo define como «picaresca anti-intelectual»

Manuel Cruz, presidente del Senado, ayer en la primera sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta en seis meses Ángel de Antonio

Como se encargaron de recordar ayer los senadores Rafael Hernando (PP) y Fran Carrillo (Ciudadanos), el 1 de junio de 2018, durante la moción de censura que tumbó al Gobierno de Mariano Rajoy, el hoy presidente en funciones, Pedro Sánchez, aplaudió el ejemplo de dos ministros alemanes que dimitieron tras descubrirse sendos plagios en sus respectivas tesis doctorales. Una filosofía que ahora no aplica el PSOE.

ABC publicó ayer la copia de párrafos enteros a otros nueve autores que realizó el presidente del Senado, el socialista Manuel Cruz, en uno de sus manuales de filosofía. Caso que recuerda al de la tesis de Sánchez —la senadora popular Salomé Pradas invitó a Cruz a «dar las explicaciones que no dio» él— y que, de momento, tiene igual respuesta: cierre de filas en torno al implicado. Al margen de un «escueto» comunicado, la cuarta autoridad del Estado rehuyó dar más explicaciones . «Lo que tenía que decir ya lo ha dicho mi equipo en un comunicado», afirmó preguntado por el plagio a su llegada a la Junta de Portavoces de la Cámara Alta.

El referido comunicado consta de seis puntos y los tres primeros, básicamente, resumen el currículum y el éxito académico como catedrático de Filosofía del presidente del Senado. En el cuarto punto de la nota enviada por su equipo de prensa, se justifican las «coincidencias mínimas entre comentaristas que han leído y trabajado sobre el mismo autor» por el carácter «divulgativo» de la obra. Según se apunta, se trata de «afirmaciones sobradamente conocidas por especialistas», algo que contrasta con el argumento anterior ya que las obras divulgativas se escriben para estudiantes; no para especialistas.

«Si quieren que añada algo más, simplemente añadiré que no todo vale en política», espetó Cruz dando por zanjada una declaración ante los medios que apenas duró treinta segundos.

«Yo creo que el señor Cruz tiene que dar explicaciones. No para salvar su imagen, que no nos importa, sino para salvar la imagen del Senado», aseveró el portavoz del PP, Javier Maroto, antes de leer el comunicado emitido por el equipo de Cruz. En la reunión de la Junta de Portavoces fue el senador popular, precisamente, quien pidió explicaciones al máximo responsable de la Cámara y este, según diversas fuentes, se limitó de nuevo a enseñar el comunicado a los distintos portavoces.

Maroto, después de leerlo, alegó que es «muy escueto» y demandó una versión «pormenorizada y rápida» que despeje todas las dudas . El senador popular, al contrario que sus compañeros de fila en el Congreso, sorprendió por su prudencia y aseveró que no darán «la pedrada» a nadie antes de que responda a la publicación. «No somos como el PSOE», atizó.

En una jornada atípica en el Senado, donde no es habitual tanta atención mediática, incluso el portavoz socialista la Cámara, Ander Gil, admitió que las palabras del comunicado eran «escuetas». «Escuetas, sí. Pero claras, muy claras». Según él, Cruz se ha ofrecido a los distintos portavoces del Senado para darles explicaciones «uno a uno»; algo que sí rechazó Maroto por completo: «La explicación debe ser a todo el que ha leído la noticia».

Fuentes parlamentarias del PSOE se esforzaban ayer entre diferenciar una tesis de un manual y lamentaban la «casualidad» de que la publicación se produjese ayer, cuando, por primera vez en democracia, un gobierno en funciones se somete a una sesión de control. Fuentes del PP, aunque secundan la cautela de su portavoz, sí apuntaron, sin embargo, que los párrafos mostrados por ABC se parecen demasiado.

El portavoz del grupo parlamentario Izquierda Confederal, Carles Mulet, tachó de «insuficientes y superficiales» las justificaciones de Cruz. Y aunque el senador de Compromís apuntó que él no acusaba a nadie, sí que le echó en cara que sus explicaciones estaban «cogidas con pinzas».

Misma posición que trasladó desde Cs su portavoz en el Senado y en la Ejecutiva, Lorena Roldán. «Esperamos que no se esconda, que dé la cara», retó Roldán tras la reunión de la Junta, para momentos después añadir en Twitter que pedirán su dimisión de confirmarse el plagio. Algo que reiteró su presidente, Albert Rivera, en la reunión de su grupo parlamentario en el Congreso.

Respaldo del Gobierno

Desde el Gobierno, a preguntas de este diario, se evitó realizar una valoración sobre el fondo del asunto. Pero los miembros del Ejecutivo desplegados a primera hora de la mañana por los medios de comunicación tuvieron que afrontar la defensa de quien se parapetaba en un comunicado.

En declaraciones a Onda Cero la ministra portavoz, Isabel Celaá , minimizó la cuestión y dijo que «más allá de un texto literal de dos líneas», un plagio consiste en hacer pasar como propia «una trama, una idea o un concepto» , por lo que quitó importancia al caso: «No me parece un plagio», dijo. Al menos Celaá fue la única que dio su opinión sobre la cuestión. Porque el resto de voces socialistas se refugiaron en un discurso victimista. Por parte del Gobierno fue la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, la principal representante en posicionarse: «Es lamentable la barra libre que se ha abierto contra todo y contra todos. Cruz es un hombre con una trayectoria absolutamente prestigiosa. Me preocupa mucho que en el debate público se traspase la línea de la difamación y se desprestigie así la política».

Ya en los pasillos del Senado, fueron las ministras Nadia Calviño y María Jesús Montero las que echaron el capote a Cruz . «Efectivamente, no todo vale en política. Es una persona de reconocido prestigio, muy querida y muy admirada en el mundo profesional», resumió Montero, con una loa que repitió cada senador socialista y cada ministro en la sesión de control al Gobierno. Las explicaciones tampoco convencieron en el Congreso, desde donde también se miró ayer a la Cámara Alta.

El Congreso, pendiente

«Picaresca anti-intelectual de la peor especie». Así es como la portavoz popular Cayetana Álvarez de Toledo calificó el plagio realizado por el presidente del Senado. Inés Arrimadas, que considera «muy grave» la acusación de plagio, exigió a Cruz que ofrezca «explicaciones» de manera «voluntaria». «No debería verse obligado a darlas».

También grupos que se asociaron con los socialistas en la última moción de censura apuntaron que el presidente del Senado no puede limitarse a guardar silencio ante la información publicada . Así, tanto ERC , como Junts per Catalunya o Compromís coincidieron en pedir a Cruz que esclarezca los hechos. El portavoz republicano en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, subrayó su respeto intelectual por el presidente del Senado, pero también agregó que «si las informaciones son ciertas» debe ofrecer «explicaciones».

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