La crisis del PP eclipsa la cumbre de presidentes autonómicos en La Palma
Ayuso, Feijóo y el resto de barones populares acaparan la atención de una cumbre precedida por un homenaje a la isla con presencia de los Reyes
El destino ha querido que los barones territoriales del PP se conviertan en protagonistas indiscutibles de la cumbre de presidentes autonómicos que se celebra este viernes en La Palma. Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras viajarán este jueves a la isla canaria, afectada este último año por la erupción el volcán de Cumbre Vieja el pasado mes de septiembre. Y lo hacen, salvo en el caso de Ayuso, apenas horas después de la reunión con Pablo Casado en la sede de los populares en la calle Génova (a la que estaban citados en la calidad de presidentes regionales del partido, condición que no ostenta la jefa de gobierno de la Comunidad de Madrid) celebrada horas después de la despedida del Congreso del todavía presidente del PP . Un encuentro con el objetivo de fijar el rumbo del primer partido de la oposición, abocado a un congreso extraordinario cuya fecha fijará el próximo martes la Junta Directiva Nacional. La imagen es muy distinta de la de la última cumbre de líderes autonómicos celebrada en julio del año pasado en Salamanca. Entonces Casado se reunió la víspera en el Parador de la ciudad de Castilla y León con los presidentes regionales de su partido para preparar una estrategia común ante el Gobierno de Pedro Sánchez y las autonomías gobernadas por el PSOE.
Ahora, ante la crisis interna sin precedentes del PP, que este martes se llevaba por delante a su ya ex secretario general , Teodoro García Egea , no hay nada que coordinar, o al menos no hay nadie, y menos Casado, que tenga la auctoritas necesaria para dar indicación alguna a los presidentes de Madrid, Galicia, Andalucía, Castilla y León y Murcia de cara al encuentro con sus homólogos y con el presidente del Gobierno. Un encuentro que el Ejecutivo llevaba tiempo preparando con mimo y para el que se había elegido como gesto solidario La Palma, adonde este jueves llegan los Reyes para presidir un acto de homenaje «a la ejemplaridad del pueblo» palmero, que tendrá lugar en el Convento de San Francisco de Santa Cruz de La Palma. Este mismo miércoles, la primera avanzadilla de la delegación gubernamental llegada a la isla canaria confirmaba que Sánchez no podrá asistir a ese acto de homenaje con el Rey y la Reina, pues el jefe del Ejecutivo tiene que acudir de urgencia a Bruselas para asistir a la reunión del Consejo Europeo convocado ante la evolución de los acontecimientos en Ucrania.
La tensión prebélica entre Estados Unidos, la OTAN y Rusia, por un lado, y la convulsión del PP, por otro, dejan fuera de foco a la cumbre de presidentes. Fuentes gubernamentales admiten que será difícil que en esas circunstancias lo acordado en la isla tenga una gran trascendencia mediática. La situación es tan insólita que también ha eclipsado al que a priori, y en este caso por ausencia, iba a protagonizar en parte la conferencia, que no es otro que el presidente catalán, Pere Aragonès , quien siguiendo la tradición de sus antecesores ha decidido plantar al foro multilateral. En La Moncloa valoraban positivamente hace semanas que la Generalitat sí hubiese participado en los trabajos previos a la cumbre e incluso llegaron a albergar la esperanza de Aragonès asistiese a la misma. Más aún cuando probablemente en marzo vuelva a reunirse la llamada «mesa de diálogo» entre los gobiernos central y autonómico, una exigencia irrenunciable de ERC desde que en 2020 posibilitó con su abstención la investidura de Sánchez.
Los fondos europeos
La XXVI conferencia de presidentes de gobiernos autonómicos, un órgano creado en 2004 bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero que a raíz de la pandemia alcanzó una periodicidad mayor que antaño, abordará preferentemente el reparto de los fondos Next Generation de la Unión Europea (UE) aprobados por los socios comunitarios en 2020. Desde hace algunos meses, el PP ha denunciado como «injusto» el primer periodo de reparto de esos fondos, que en el caso de nuestro país ascienden a un total de 140.000 millones de euros, del total de 750.000 millones que se repartirán entre todos los estados miembros.
Una cantidad que según el Gobierno, que pone siempre el acento en que es exponencialmente mayor a los fondos de cohesión europeos que recibió en su día España, permitirá no solo la recuperación después de la pandemia, sino la «modernización» de nuestra economía y de su tejido productivo. El primer partido de la oposición, en cambio, y en la que podría ser una de las últimas estrategias trazadas por el equipo de Casado, ha emprendido una ofensiva contra lo que consideran una gestión arbitraria y «poco transparente» de esa ingente cantidad de dinero, como denunciaron recientemente en Bruselas una delegación de alcaldes populares, encabezados por el primer edil de la capital de España, José Luis Martínez-Almeida .
La XXVI conferencia de presidentes abordará también la evolución epidemiológica de la pandemia, la coordinación en materia de emergencias en Protección Civil y el propio reglamento del organismo de todas las comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que el Gobierno pretende que se celebre de manera semestral. Pero la mera presencia en La Palma de varios de los protagonistas principales de la crisis fratricida del PP, singularmente Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo , quienes además, como el resto de sus homólogos, tendrán acceso a la sala de prensa para protagonizar comparecencias ante los medios que se esperan muy concurridas, desviará el foco del encuentro en sí mismo. Al mismo tiempo, puede que en el Museo Arqueológico Benhaorita, donde tendrá lugar desde este viernes el encuentro en la localidad de Llanos de Aridane, al oeste de La Palma, y que será inaugurado por el Rey Felipe VI, comiencen a vislumbrase los modos del que, salvo sorpresa mayúscula, será el próximo líder de la oposición a Sánchez, el presidente gallego Feijóo. El apretón de manos entre ambos será, sin duda, una de las instantáneas más cotizadas de la jornada.
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